Comrade X

Clark Gable es McKinley B. Thompson, un corresponsal norteamericano en Moscú que saca información comprometedora sobre la Unión Soviética y que se le atribuye a un tal “Camarada X”. Su último logro fue obtener una fotografía exclusiva de un complot interno, la cual obtuvo gracias a una cámara secreta escondida dentro de una radio y que reveló en el baño del hotel en el que se aloja. A partir de esa foto busca escribir un cable exclusivo que contiene un mensaje ilegible para el observador pero que el receptor puede descifrar mediante un código usando un pañuelo, por lo que nuestro protagonista es, además de periodista y fotógrafo, también una suerte de espía.

Las cosas se complican cuando su verdadera identidad es descubierta por su valet Vanya (Felix Bressart), quien amenaza con contar la verdad si Thompson no saca a su hija Theodore (la bellísima Hedy Lamarr) fuera del país. A tales fines, el periodista engaña a la joven y se casan esa misma noche bajo la promesa de que juntos podrán difundir el comunismo en los Estados Unidos. Más adelante, el corresponsal usará su exclusiva periodística como moneda de cambio con el jefe de la policía secreta para salir de un aprieto (nada menos que una condena a muerte). Al final todo sale bien: luego de una persecución en tanques, Thomson, la bella comunista y su padre llegan a Estados Unidos y disfrutan de un partido de béisbol en el que los Dodgers vencen a “los Rojos”.

Un poco de propaganda americana en medio de la guerra, aunque como comedia con tintes políticos de mediados de siglo sale como una versión menor de cualquier film de Billy Wilder. Guión de Charles Lederer y Ben Hetch, el de The Front Page (1931).