1975 |
Estados Unidos
Dog Day Afternoon
Tarde de perros
Director: Sidney Lumet
Reparto: Al Pacino, John Cazale, Penelope Allen, William Bogert
Periodismo como tema: Lateral
IMDB: 8,0/10 |
Letterdbox: 4,2/5
G Oscar, N Golden Globes, G BAFTA, G San Sebastián
Tres ladrones de bancos aficionados planean asaltar un banco. Por desgracia, el atraco se convierte en una pesadilla en la que todo lo que podía salir mal sale mal.
Tres ladrones poco experimentados intentan asaltar un banco en Brooklyn, pero nada sale como estaba planeado. El robo debería haber durado 10 minutos; cuatro horas después, se transforma en un espectáculo barrial con toma de rehenes incluida; ocho horas más tarde, es la noticia central de las cadenas de televisión en vivo y es un verdadero fenómeno mediático. Con eficacia, el director Sydney Lumet lleva adelante este clásico del cine de los años 70, basado en una historia real y con grandes actuaciones de Al Pacino y John Cazale. Se llevó el Oscar al mejor guión original.
“Lo que van a ver es verídico”, advierte la película desde el comienzo. En una tarde apacible, los ladrones poco experimentados Sonny Wortzik (Al Pacino), Sal Naturile (John Cazale) y Stevie (Gary Springer) tratan de robar el First Brooklyn Savings Bank. Pero Stevie se pone nervioso y decide escapar, y Sonny descubre que llegaron después de la recolección diaria de efectivo y sólo hay poco más de mil dólares.
La policía se entera del atraco y actúa con tanta impericia como los asaltantes. Los vecinos primero y los periodistas poco más tarde desbordan los cercos de seguridad. Los helicópteros de la policía y de las cadenas de televisión sobrevuelan la zona. La gente aplaude a los asaltantes y abuchea el accionar de las fuerzas policiales. Los cronistas se ponen en la línea de tiro y hacen preguntas a los rehenes en plena calle. “¡Chicas, me entrevistaron!”, se alegra una de ellas cuando vuelve al interior del banco. Los presentadores de los noticieros llaman en directo y hablan con Sonny, que se mira en el televisor del banco sorprendido. El periodista quiere encontrar motivaciones políticas o sindicales al atraco. “Estoy robando un banco porque tienen dinero aquí. Por eso lo estoy robando”, responde Sonny. Y luego le reclama: “Nosotros somos el espectáculo, ¿qué tienes a cambio para darnos?”.
En otra escena, Sonny le exige a la policía que le envíen pizzas para alimentar a los rehenes. Cuando llega el pibe del delivery, Sonny se niega a que la policía pague la comida y saca dinero de su bolsillo. Luego empieza a revolear dólares por el aire, mientras la muchedumbre se abalanza para intentar atrapar algún billete. El pibe del delivery grita exultante por haber salido en la televisión: “¡Soy una puta estrella!”
Los canales difunden que los asaltantes son homosexuales. El personaje de Cazale se enoja por esa caracterización y le reclama a Sonny: “Están diciendo que dos homosexuales asaltaron el banco. ¡Justo en la televisión! Diles que lo corrijan”. Pero su compañero se muestra resignado: “Es un espectáculo de fenómeno de circo para ellos. Olvídalo”.
El guión de Pierson tomó como fuente principal un artículo de P.F. Kluge y Thomas Moore para la revista Life. El director Sydney Lumet profundizó al año siguiente sus críticas al rol de los medios de comunicación en Network (1976).
“Lo que van a ver es verídico”, advierte la película desde el comienzo. En una tarde apacible, los ladrones poco experimentados Sonny Wortzik (Al Pacino), Sal Naturile (John Cazale) y Stevie (Gary Springer) tratan de robar el First Brooklyn Savings Bank. Pero Stevie se pone nervioso y decide escapar, y Sonny descubre que llegaron después de la recolección diaria de efectivo y sólo hay poco más de mil dólares.
La policía se entera del atraco y actúa con tanta impericia como los asaltantes. Los vecinos primero y los periodistas poco más tarde desbordan los cercos de seguridad. Los helicópteros de la policía y de las cadenas de televisión sobrevuelan la zona. La gente aplaude a los asaltantes y abuchea el accionar de las fuerzas policiales. Los cronistas se ponen en la línea de tiro y hacen preguntas a los rehenes en plena calle. “¡Chicas, me entrevistaron!”, se alegra una de ellas cuando vuelve al interior del banco. Los presentadores de los noticieros llaman en directo y hablan con Sonny, que se mira en el televisor del banco sorprendido. El periodista quiere encontrar motivaciones políticas o sindicales al atraco. “Estoy robando un banco porque tienen dinero aquí. Por eso lo estoy robando”, responde Sonny. Y luego le reclama: “Nosotros somos el espectáculo, ¿qué tienes a cambio para darnos?”.
En otra escena, Sonny le exige a la policía que le envíen pizzas para alimentar a los rehenes. Cuando llega el pibe del delivery, Sonny se niega a que la policía pague la comida y saca dinero de su bolsillo. Luego empieza a revolear dólares por el aire, mientras la muchedumbre se abalanza para intentar atrapar algún billete. El pibe del delivery grita exultante por haber salido en la televisión: “¡Soy una puta estrella!”
Los canales difunden que los asaltantes son homosexuales. El personaje de Cazale se enoja por esa caracterización y le reclama a Sonny: “Están diciendo que dos homosexuales asaltaron el banco. ¡Justo en la televisión! Diles que lo corrijan”. Pero su compañero se muestra resignado: “Es un espectáculo de fenómeno de circo para ellos. Olvídalo”.
El guión de Pierson tomó como fuente principal un artículo de P.F. Kluge y Thomas Moore para la revista Life. El director Sydney Lumet profundizó al año siguiente sus críticas al rol de los medios de comunicación en Network (1976).
Manuel Barrientos y Federico Poore