El expediente Santiso

Salvador Santiso (Carlos Belloso) es un corresponsal prestigioso que decide ir con su pequeña hija a realizar una cobertura en plena guerra de Irak. Mientras asisten a una conferencia de un experto en arquitectura sumeria, al que Santiso denuncia por sus vinculaciones con el nazismo, se produce un bombardeo y su hija desaparece. El periodista enloquece, es despedido del diario en el que trabaja y termina siendo internado en un neuropsiquiátrico. Varios años después es dado de alta e intenta recomponer su matrimonio con una periodista de la que fue su profesor. Su antiguo jefe le ofrece que las notas de su blog formen parte del Buenos Aires Post y Santiso comienza a tener una suerte de vida paralela: mientras publica sus columnas que eluden temas polémicos, reabre de forma secreta la investigación acerca del destino de su hija desaparecida y los experimentos genéticos del nazismo. “Del periodismo uno nunca se retira”, afirma el protagonista.

Entre el cine fantástico y el thriller, la película apela a recursos varios: flashback, voz en off, tramas paralelas, alucinaciones, efectos especiales, logias nazis, esoterismo, secretos familiares, un poco de Indiana Jones, peleas a lo Matrix, otro poco de One Flew Over the Cuckoo's Nest, algo de All the President's Men. Nada funciona.