2024 |
Argentina

El hombre que amaba los platos voladores

El hombre que amaba los platos voladores

Director: Diego Lerman
Reparto: Daniel Aráoz, Guillermo Arengo, Leonardo Sbaraglia, Mónica Ayos, Sergio Prina
Periodismo como tema: Central
star
IMDB: 5,2/10 |
Letterdbox: 3,1/5

N San Sebastián

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Argentina, 1986. Un periodista y su camarógrafo escenifican una presunta presencia alienígena para un noticiero a través de escenas bizarras en una colina quemada de Córdoba.
El reportero José de Zer revolucionó la televisión argentina de los años 80, generando notables picos de rating en Canal 9 (la única emisora privada en esa década), con informes que registraban la presencia de vida extraterrestre y demás fenómenos paranormales. El cineasta Diego Lerman se centra en su salto a la fama en esta comedia surrealista que se sustenta en un tour de force de Leonardo Sbaraglia en la piel del cronista televisivo.

La historia presenta a De Zer como un movilero de espectáculos del Canal 6, con buena llegada a las estrellas femeninas de la revista porteña, con un pasar razonable, pero lejos de las fortunas que ostentan otras figuras mediáticas. Internado por un pico de estrés en un pueblo serrano, se le acercan unos lugareños con una pepita de oro y le piden que los ayude a promocionar el turismo en la región.

Traumado por los recuerdos que vivió durante la Guerra de los Seis Días en el desierto de Sinaí, el protagonista tiene visiones que lo llevan a pensar que hay vida extraterrestre en la zona y decide montar una cobertura sensacionalista de esa noticia posible (y deseada), con la ayuda de su camarógrafo “Chango” (Sergio Prina) y de los vecinos del lugar. Así, arma un informe al que califica como una “aventura periodística sin precedentes en la televisión argentina; y probablemente en la televisión mundial”. Sabe que la mirada del espectador es fundamental para completar aquello que se ve (y que no se ve). “Saquen ustedes sus propias conclusiones”, señala.

José está seguro de aquello que quiere y, de regreso a Buenos Aires, no duda en sentarse con el editor para que el informe se monte de forma tal que tenga impacto en la audiencia. El sensacionalismo, su carácter evidente de fake news, generan desconfianza en su jefe, Saporiti (Osmar Nuñez), que no duda en catalogar el reporte como “una payasada”. De Zer contesta: “Es lo oculto. Qué sería de la vida sin el misterio”. Sin embargo, Saporito rechaza llevarlo al aire, porque sería mentirle a la audiencia.

Pero el periodista siente que tiene una corazonada y decide hablar de forma directa con el director del canal (Norman Briski en el rol de Alejandro Romay, quien fuera considerado el “Zar de la tele” argentina). Dice que tiene una propuesta audaz, novedosa, capaz de sacudir al público. Con el aval del mandamás de la emisora, parte rumbo a las serranías, donde monta un espectáculo televisivo de proporciones, que rompe los índices de audiencia. En ese pueblo de la provincia de Córdoba, De Zer se transforma en una suerte de versión latinoamericana de aquel Chuck Tatum en Ace in the hole. Igual de despótico y perfeccionista, logra que todos los lugareños se alisten al servicio de su show, aunque aquí todo se presenta de modo edulcorado e indulgente.

Manuel Barrientos y Federico Poore