1936 |
Estados Unidos

Mr. Deeds Goes to Town

El secreto de vivir

Director: Frank Capra
Reparto: Gary Cooper, George Bancroft, Jean Arthur
Periodismo como tema: Central
star
IMDB: 7,9/10 |
Letterdbox: 3,8/5

G Oscar

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Un sencillo hombre de pueblo hereda una fortuna e inmediatamente es hostigado por aquellos que quieren aprovecharse de él.
Longfellow Deeds (Gary Cooper), un hombre sencillo de pueblo, hereda de su tío una enorme fortuna pero se ve asediado por una serie de aprovechadores y por periodistas que se burlan de su rústica mentalidad. El editor MacWade (George Bancroft) tiene con sus periodistas la misma relación de abuso verbal y laboral que casi todos los periodistas en las películas norteamericanas de los años treinta. Al inicio del film se lo ve en una reunión de edición, enojado con sus empleados por no poder conseguir una primicia sobre la presencia de Deeds en Nueva York y enumerando las infinitas posibilidades de encarar una nota sobre él. “Tiene que ser personal, tiene que tener un enfoque. ¿Qué piensa? ¿Qué siente por ser millonario? ¿Se va a casar? ¿Qué piensa de Nueva York? ¿Es inteligente, es tonto? ¡Un millón de ángulos posibles!”. Luego aborda a su mejor periodista, Babe Bennett (Jean Arthur) -quien incluso ganó un Pulitzer-, y le ofrece un mes de vacaciones (¡pagas!) si le consigue una buena nota. Como en Five Star Final (1931), aquí el periodismo se aprovecha de la gente sencilla para entretener o escandalizar. Bennett se acerca a Deeds mediante un ardid: se hace pasar por una chica humilde que se “desmaya” frente a su casa y consigue pasar una serie de noches con él, que luego aparecen documentadas en el diario. La serie de artículos ridiculizan al ingenuo heredero, y el editor del periódico la felicita: “Esto de llamarlo ‘Ceniciento’... Babe, realmente le imprimiste un título a este tonto que se le va a quedar pegado por el resto de su vida!”. La manipulación continúa durante varias de las noches que Deeds comparte con Bennett, mientras ella finge sorpresa con respecto a la cobertura mediática que recibe (“No crees en todo eso, ¿verdad?”, le pregunta el hombre, algo dolido. “Oh, sólo lo hacen para vender diarios”, responde ella, sin faltar a la verdad). Pronto la culpa la consume por dentro a Bennett, que se siente mal por haber manipulado a su fuente, de la cual, obviamente, se enamora. Otro detalle novedoso del film es la aparición más o menos prominente de un agente de prensa. Cornelius Cobb (Lionel Stander) es un ex periodista que ahora se encarga de filtrar los llamados de la prensa y de “cuidar” al millonario. Mr. Deeds Goes to Town es el primero de los films de Capra en abrazar esta necesidad del director por “decir algo”. Junto con Mr. Smith Goes to Washington (1939) y Meet John Doe (1941) completan una visión más crítica del periodismo desde una mirada acaso inocente. Hay una especie de inversión de roles con respecto a It Happened One Night (1934), ya que aquí es una periodista mujer la que engaña a un hombre acaudalado. Hacia el final se observa una fe última en la bondad de las personas de las que adolecen otras películas de la época, como Nothing Sacred (1936).

Manuel Barrientos y Federico Poore