Perfect Stranger

Todo lo que podía salir bien sale mal en este thriller encabezado por Halle Berry y Bruce Willis como resultado de un guión tan absurdo como enrevesado y una puesta en escena demasiado torpe a cargo de James Foley (luego también responsable de las dos secuelas de Fifty Shades of Grey).

Berry es Rowena Price, una periodista de investigación dispuesta a todo para publicar sus primicias de alto impacto. En la primera escena, se hace pasar como reportera de un periódico ultraconservador para infiltrarse en las oficinas de un senador republicano y denunciarlo por las relaciones que mantiene con sus becarios. Mientras celebra el Pulitzer que logrará con su artículo, recibe una dura noticia: el diario no publicará la exclusiva porque la fuente principal ha decidido callarse.

El medio decide darle unas vacaciones y Rowena avanza con una nueva e impactante investigación: el asesinato de su mejor amiga, en el que parece estar involucrado el dueño de una poderosa agencia publicitaria (Willis). Su única ayuda es un compañero del diario experto en informática, que está enamorado de ella. Otra vez Rowena no duda y con una nueva identidad falsa -y una facilidad irrisoria- logra empleo en la agencia y seduce al personaje de Willis.

Asesinatos, abusos infantiles, sexo en línea, drogas, hackeos, envenenamiento, pesadillas como fogonazos, perversiones sexuales: todo entra en la coctelera dispuesta por Foley, que se guarda varios finales para no perderse ninguna de las vueltas de tuerca posibles (e imposibles).