1912 |
Estados Unidos
The Good for Nothing
The Good for Nothing
Tipo: Cortometraje
Director: Lloyd B. Carleton
Reparto: Arthur Matthews, Edwin August, Ormi Hawley
Periodismo como tema: Intermedio
IMDB: 3,7/10 |
Letterdbox: N/A/5
El inútil Dick Evans regresa a su pueblo tras fracasar en la gran ciudad, ante el desinterés de su padre y la desaprobación del padre de su novia. El hombre se venga convirtiéndose en el exitoso propietario y editor del periódico local.
Dick Evans (Edwin August) hace sus valijas en la gran ciudad y regresa a su pueblo natal. A su padre no le interesa mucho su presencia y el padre de su novia (director de la oficina postal) lo desprecia. Frustrado por la situación, todo cambia cuando Dick ve un cartel que cuelga de las oficinas del Popcono Citizen: “Se vende planta de periódicos. Preguntar dentro”. Tras pedirle prestado dinero al predicador, el protagonista sella la compra y comienza a dirigir la publicación. Como editor, lo vemos controlando a su personal y hasta tirándole de las orejas a un joven aprendiz que no parece muy concentrado en su trabajo. Dos meses más tarde, su padre y el padre de la novia lo siguen odiando. Pero Dick comienza a utilizar el periódico a su favor. Publica una nota en contra del director de la oficina postal y se presenta como candidato a alcalde, lo que genera airosas demandas de las autoridades locales, que acuden enojadas a las propias oficinas del periódico. Dick se sienta en su escritorio de editor y prende un cigarro mientras los escucha despotricar. Su suerte cambia cuando negocia personalmente con los directivos de la compañía de tranvías y consigue que Poncona tenga una buena conexión con la ciudad capital. La familia de su novia está encantada y los tortolitos comienzan a disfrutar de su futuro promisorio. The Good for Nothing es uno de los ¡doce! cortometrajes dirigidos por el cineasta y productor Lloyd B. Carleton. Sin un conflicto sólido ni mucho para mostrar más allá de los intertítulos que explican la trama, resulta de poco interés cinematográfico.
Manuel Barrientos y Federico Poore