The Interview

El presentador Dave Skylark (James Franco) y su productor Aaron Rapoport (Seth Rogen) llevan por años un exitoso programa de entrevistas a celebridades. Durante una fiesta en su honor, Rapoport –a quien Dave se refiere como “un periodista de verdad”– se reencuentra con un antiguo compañero de secundaria, que ahora trabaja como productor ejecutivo de 60 minutos, y recibe el equivalente a una bofetada profesional. "Yo reporto noticias de verdad, cosas que importan. Tú reportas lo glamoroso: ¿Quién tiene tetas nuevas? y desórdenes alimenticios." Herido en su orgullo, Rapoport habla con su socio y le exige cambiar el perfil de sus entrevistas hacia algo más serio y político. Conscientes de que Kim Jong-un es un fiel seguidor de su programa, el productor entra en contacto con su oficina de prensa y consigue una cita con uno de sus asesores en un lugar remoto en China.

De regreso en los Estados Unidos, Rapoport le blanquea la situación a Skylark. "Nos limitó las preguntas. Ellos las van a escribir por nosotros. No podemos ir." El conductor estrella piensa lo contrario: "¡Cuando consigues a un Bin Laden, o a un Hitler, le clavas las garras! Es la primera regla del periodismo. ¡Le das a la gente lo que quiere!". "Esa no es la primera regla del periodismo. Es la primera regla de los circos." Skylark no se deja inmutar, insiste que su entrevista estará al nivel de “Frosty/Nixon” (sic). "Si hacemos esto, podemos entrevistar a cualquier presidente. Y entonces podremos hacer las preguntas de verdad. Esto es como comerse las verduras. Después de comértelas, te puedes comer el filete. Y Aarón quiere su filete...".

Al poco de anunciada la entrevista, dos agentes de la CIA entran en contacto con Skylark y Rapoport y les piden aprovechar la oportunidad única del reportaje para envenenar a Kim Jong-un, algo que ambos (en especial Skylark, seducido por la agente que les hace la propuesta) terminan aceptando. El plan se complica cuando Skylark parece caer bajo los encantos del dictador norcoreano (interpretado por Randall Park), que en la jornada previa a la entrevista se muestra amistoso y compinche con el conductor. La oficial norcoreana a cargo de la transmisión (Diana Bang), quien secretamente detesta al gobierno autoritario, le explica al conductor y a su productor que matar al líder no serviría de nada (pues sería reemplazado de inmediato) y convence a Skylark de que lo mejor que puede hacer es hacer una entrevista sin concesiones que desnude al líder frente a su población. Rapoport alienta al conductor y dice que es capaz de lograrlo: “No entrevistas con tu cerebro, entrevistas con tu corazón”.

Efectivamente, Skylark comienza entrándole al líder norcoreano por el lado humano para finalmente cuestionarlo por el hambre entre su población, como una suerte de parodia del famoso episodio real narrado en Frost/Nixon (2008). Tras la epopeya, Skylark publica un libro con sus memorias del evento, como el Peter Fallow de The Bonfire of the Vanities (1990).

Tercera de varias colaboraciones entre James Franco y Seth Rogen, The Interview va de mayor a menor en términos de eficacia cómica, aunque es, al fin y al cabo, una interesante película sobre periodistas que tematiza, por un lado, los riesgos del infotainment y el periodismo banal y, por el otro, los peligros para el oficio derivados de la necesaria relación de familiaridad que un cronista genera con su entrevistado.