1925 |
Estados Unidos

The Last Edition

The Last Edition

Director: Emory Johnson
Reparto: Lila Leslie, Louis Payne, Ralph Lewis, Ray Hallor, Rex Lease, Tom O’Brien
Periodismo como tema: Central
star
IMDB: 6,0/10 |
Letterdbox: N/A/5

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Una mirada detrás de escena a los conflictos en un periódico mientras uno de sus reporteros intenta recoletar pruebas contra un contrabandista.
A pesar de ser una película muda, buena parte del metraje de The Last Edition ocurre en el bullicioso ambiente del San Francisco Chronicle. El veterano Tom McDonald (Ralph Lewis) es el segundo jefe de taller y un tipo que conoce bien su oficio. Luego de veinte años de servicio y tras la renuncia de su superior, todo parece indicar que será ascendido. Sin embargo, los altos mandos tienen otros planes.
Preocupado por una caída en la circulación e influenciado por los aduladores integrantes de la junta directiva, el dueño George Hamilton (Louis Payne) decide apostar por “ideas nuevas y sangre fresca” y coloca al inepto Bull Collins (Tom O’Brien) al frente del taller de impresión. Hamilton también está molesto por el contenido de uno de los editoriales y anuncia que de ahora en adelante será él quien los escriba. Como no se le cae una idea, comienza a deambular por el edificio y al llegar al taller escucha a Tom darle una valiosa lección sobre “la verdad, el amor y el deber” a un joven aprendiz. Intrigado, lo manda a llamar y le pregunta, en confianza, por su “filosofía de vida”, ideas que luego roba para sus columnas.
Las penurias de Tom no terminan allí. Su hijo Ray (Ray Hallor), un joven abogado que trabaja en la oficina del fiscal del distrito, cae en una trampa y termina acusado por una coima que el mafioso Sam Blotz (Will Frank) buscaba pasarle a otro integrante de la fiscalía. El dato llega a los oídos del editor, que ordena producir la noticia contrarreloj para que llegue a la tapa de la próxima edición. “Vamos, muchachos. Todos metidos en esto. Tenemos 18 minutos hasta el cierre”, anuncia. Todos cumplen con su papel a la perfección (desde los redactores que buscan información sobre el mafioso en el archivo del diario hasta los operarios que arman los originales que luego van a las máquinas) y el periódico comienza a imprimirse justo a tiempo. Alivio para todos, salvo para Tom, que se desespera cuando ve a su hijo implicado en un delito. Frenético, acude a la oficina de Hamilton. “Bueno, McDonald, si su hijo efectivamente es inocente publicaremos una rectificación”, responde el dueño, muy calmado. “¿Rectificación? ¿De qué sirve una rectificación cuando ya ha sido condenado ante los ojos de la opinión pública?”. Pero Hamilton no cede, y cierra la discusión recordándole al operario sus palabras previas sobre “el deber”.
Tom, al borde del ataque de nervios, frena la impresión del periódico, pero su nuevo jefe lo golpea hasta dejarlo inconsciente y ordena continuar con el proceso. Mientras tanto, un cómplice del mafioso ingresa ilegalmente al taller e intenta boicotear la salida del diario. Se desata un incendio en el edificio del San Francisco Chronicle y Tom, el principal acusado, es arrestado y puesto en una celda contigua a la de su hijo. La salvación llega de la mano de Clarence Walker (Rex Lease), el periodista de asuntos judiciales, que comparte con la policía información que había obtenido siguiendo a los mafiosos y que deriva en el arresto de los verdaderos criminales. Tom y su hijo son liberados, y el dueño de la publicación le ofrece sus disculpas.
Dirigida por Emory Johnson, productor de una decena de largometrajes en la década del veinte, The Last Edition (1925) es una película sólida, con muy buen ritmo narrativo y uso de travellings y planos picados que la colocan por encima de otros films de la época. Una copia restaurada de muy buena calidad se presentó en 2013 en el Festival de Cine Mudo de San Francisco.

Manuel Barrientos y Federico Poore