1937 |
Estados Unidos
They Won’t Forget
Ellos no olvidarán
Director: Mervyn LeRoy
Reparto: Allyn Joslyn, Claude Rains, Edward Norris, Gloria Dickson, Otto Kruger
Periodismo como tema: Intermedio
IMDB: 7,2/10 |
Letterdbox: 3,4/5
Un ambicioso fiscal de distrito políticamente, periodistas inescrupulosos y prejuicios regionales se unen para acusar a un profesor del asesinato de su alumna.
El talentoso Mervyn LeRoy dirige este courtroom drama basado en un caso real en donde el periodismo sale tan mal parado como en su popular Five Star Final. Un pueblo sureño es sacudido por la muerte de la adolescente Mary Clay en el Día de los Héroes Confederados. Un ambicioso fiscal local (Claude Rains) ve en el caso su oportunidad para instalarse políticamente y pronto une fuerzas con William Brock (Allyn Joslyn), un reportero insolente que le pasa información a cambio de obtener las primicias del caso. Ambos se abrazan a la teoría de la culpabilidad de Robert Perry Hale (Edward Norris), un profesor proveniente de Nueva York, a pesar de que no es el único sospechoso. No son pocas las escenas que muestran las miserias del oficio. En un momento, Brock irrumpe en la casa de Sybil, la mujer del profesor (Gloria Dickson), junto a otros cronistas y fotorreporteros. Una periodista de nombre Dolly finge empatizar con la mujer, aunque está claro que solo busca arrancarle información para publicar en el diario. Cuando se entera que su marido está preso, Sybil se desmaya, y los fotoperiodistas ni atinan a atajarla (sí a capturar el momento).
La película está basada en el juicio a Leo Frank tras el asesinato de una joven chica en el sur de los Estados Unidos. Y si bien funciona como cautionary tale de los peligros del linchamiento (temas retomados por Fury de Fritz Lang y The Sound of Fury de Cy Endfield), pierde parte de su potencia al ignorar el antisemitismo latente del caso original, más habiendo sido filmada en 1937.
La película está basada en el juicio a Leo Frank tras el asesinato de una joven chica en el sur de los Estados Unidos. Y si bien funciona como cautionary tale de los peligros del linchamiento (temas retomados por Fury de Fritz Lang y The Sound of Fury de Cy Endfield), pierde parte de su potencia al ignorar el antisemitismo latente del caso original, más habiendo sido filmada en 1937.
Manuel Barrientos y Federico Poore