Each Dawn I Die

La película abre in media res, con una investigación sobre las prácticas corruptas de una empresa de cemento y sus lazos con el fiscal del distrito. El encubrimiento es observado por el periodista Frank Ross (James Cagney), del periódico The Record, quien ingresa ilegalmente en la fábrica y ve a los involucrados quemar el material incriminatorio. En una reunión de edición, Ross intenta explicarle a su editor por qué es importante publicar la noticia. Enseguida entra un llamado para el editor: un “apriete” del fiscal del distrito Jesse Hanley (Thurston Hall), candidato a gobernador en las próximas elecciones y personaje involucrado en estas maniobras de encubrimiento. A pesar de que hay una amenaza de una demanda por difamación, el apoyo del editor hacia sus periodistas es total y la noticia se publica. Al día siguiente, le tienden una trampa y Ross es sentenciado a varios años de prisión. Desde la cárcel, y con la ayuda de su joven colega Joyce (Jane Bryan), buscará probar su inocencia.

La veta periodística del film se diluye con el correr de los minutos, ya que buena parte del metraje ocurre en la cárcel, pero hay algunas escenas de interés que involucran al protagonista y a “Hood” Stacey (George Raft), un mafioso que conoce en la cárcel y con el que se ayudan mutuamente a escapar. De todas formas, el protagonista es periodista y termina en prisión por una venganza ejecutada por una de las personas afectadas por su investigación periodística, por lo que se puede afirmar que el periodismo ocupa un lugar bastante central en la historia.