
1993 |
Estados Unidos, Canadá
The Crush
Pasión sin límites / Veneno en la piel / Falsa inocencia
Director: Alan Shapiro
Reparto: Alicia Silverstone, Cary Elwes, Jennifer Rubin, Matthew Walker
Periodismo como tema: Intermedio
IMDB: 5,8/10 |
Letterdbox: 2,8/5
El periodista Nick Elliot (Cary Elwes) le alquila una habitación a un matrimonio adinerado. La hija de la pareja (Alicia Silverstone) se fija en él y comienza a obsesionarse.
El periodista Nick Eliot (Cary Elwes) se muda a Seattle para comenzar a trabajar en la revista Pique. Tiene 28 años, un viejo convertible y un modesto pasar económico, por lo que tarda en encontrar un lugar aceptable en el cual alojarse. Su primer día en la redacción es… especial. Llega a las imponentes oficinas de la publicación a las 8.30 de la mañana pero recibe un regaño de su editor Michael (Matthew Walker), quien le avisa que las reuniones de edición comienzan a las 8.15. De paso le asigna un caso casi imposible -seguir la pista de un notorio estafador que acaba de salir de la cárcel- y le ordena a la fotógrafa Amy Maddik (Jennifer Rubin) que lo siga en su investigación.
A todo esto, Nick terminó alquilando el cuarto de huéspedes de una bonita casa en los suburbios. El conflicto central del film viene dado por el hecho de que la hija de la pareja propietaria (Alicia Silverstone), una adolescente de apenas 14 años llamada Adrian, se obsesiona con el cronista de manera enfermiza. Tras ser rechazada en sus avances, Adrian busca hacerle la vida imposible a Nick. Una de sus travesuras consiste en vaciar el diskette que contenía el gran artículo de Nick. “No importa”, le dice a su editor durante la reunión de edición, mientras transpira al darse cuenta lo que acaba de pasar. “Tengo varias copias en casa”. Claro: al llegar al cuarto que alquila, el periodista se da cuenta que Adrian también borró todos los archivos del disco duro. (Como dice la reseña del Los Angeles Times, el guión nos quiere hacer creer que Nick puede ir corriendo a la casa y reescribir todo el artículo de memoria, para luego volver a la redacción y entregarle la nota a su editor antes de que termine la reunión). Sabemos que la revista paga bien: no solo porque el editor regala vinos caros y organiza eventos de caridad, sino porque el propio protagonista reconoce que gracias a su nuevo sueldo por fin puede costear el arreglo de su viejo convertible (y comprarse uno nuevo).
The Crush sigue la línea de películas sobre hombres blancos, en general de buen pasar, que enfrentan el acoso femenino: Fatal Attraction (1987) y Pressumed Innocent (1990) son algunos ejemplos del subgénero. No termina por abrazar su destino clase B y recibió críticas negativas de los principales diarios de Estados Unidos. “Nunca llega a ser ni tórrida ni aterradora. Sí genera algunas risas en su descripción de lo que supuestamente es el funcionamiento de una revista chic y contundente”, escribió Janet Maslin en el New York Times.
Manuel Barrientos y Federico Poore