2006 |
Estados Unidos, Alemania
Blood Diamond
Diamante de sangre
Director: Edward Zwick
Reparto: Djimon Hounsou, Jennifer Connelly, Leonardo DiCaprio
Periodismo como tema: Intermedio
IMDB: 8,0/10 |
Letterdbox: 3,6/5
N Oscar, N Golden Globes
Sierra Leona, 1999. Las vidas de un minero, un traficante y una periodista se cruzan mientras recrudece la guerra civil en ese país.
Situada en Sierra Leona, la película sigue a tres personajes: un pescador honesto llamado Solomon Vandy (Djimon Hounsou), el traficante de diamantes Danny Archer (Leonardo DiCaprio) y la periodista Maddy Bowen (Jennifer Connelly).
Temprano en la película, la periodista reconoce a Archer en un bar y utiliza su sex appeal para entablar una conversación con él, interesada en obtener información sobre los diamantes obtenidos en zonas de guerra.
Vandy, un pescador obligado a trabajar en las minas, atraviesa las zonas en guerra en busca de su hijo, con la ayuda de Archer (que hizo un trato con él a cambio de un valioso diamante rosa) y Bowen (que busca información sobre los negocios de un magnate de piedras preciosas). En un momento, el humilde pescador le pregunta a Bowen si la gente en Estados Unidos realmente va a leer sus artículos y ayudar a ponerle fin a la guerra. “Probablemente no”, dice. Otro periodista se suma al coro de cínicos: “La historia es siempre la misma. El gobierno es malo, los rebeldes son peores. A nadie le importa un bledo”.
Presentada a la manera de un blockbuster melodramático, con héroes y villanos claramente definidos y apenas unos atisbos de redención en el personaje de DiCaprio, la película sugiere (o mejor dicho establece, mediante una serie de intertítulos antes de los créditos) que el consumidor occidental tiene el poder de ponerle fin al conflicto eligiendo no comprar diamantes provenientes de zonas en guerra.
El director, Edward Zwick, tiene experiencia narrando películas con periodistas en problemas: en 1983 dirigió Special Bulletin, una película para la televisión sobre un periodista y un camarógrafo que son tomados de rehenes por un grupo terrorista.
Manuel Barrientos y Federico Poore