No

Pablo Larraín se consolidó como uno de los cineastas latinoamericanos más importantes del cine contemporáneo con esta película que narra la campaña del No en el plebiscito de 1988, en el que se ponía en juego la continuidad del dictador Augusto Pinochet al frente del gobierno de Chile.

René Saavedra (García Bernal) es un publicista joven y prestigioso que acaba de regresar a Santiago luego del exilio familiar. Un dirigente de la Democracia Cristiana lo convoca para encabezar la campaña de la oposición a Pinochet, que reúne a sectores políticos que van desde el centro a la izquierda. Pese a las presiones de su jefe, que está vinculado a la dictadura, Saavedra acepta el desafío. Aunque está convencido que para ganar, la campaña debe adoptar un tono optimista y echar mano a todas las estrategias publicitarias que utilizan las grandes compañías para vender sus productos.

El reto es complejo: debe enfrentarse a las amenazas de la dictadura; a un sistema de medios completamente volcado al sostenimiento de Pinochet; y a las resistencias de la dirigencia política de la izquierda, marcada por el dolor de las desapariciones y el exilio. Pero Saavedra logra imponer sus ideas y pese a todos los pronósticos, el No logra el triunfo y marca el fin de los largos años pinochetistas.

La película crece con el manejo de las contradicciones entre la derrota de Pinochet y el posible triunfo de su modelo neoliberal. “Esa ambigüedad creo que es la concepción de la película”, asegura Larraín. Está basada en la obra teatral “El plebiscito”, de Antonio Skármeta.