1915 |
Estados Unidos

How Molly Malone Made Good

How Molly Malone Made Good

Director: Lawrence B. McGill
Reparto: Helen Hilton, John Reedy, Marguerite Gale
Periodismo como tema: Central
star
IMDB: 5,9/10 |
Letterdbox: N/A/5

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Molly, una joven irlandesa recién contratada por un periódico neoyorquino, recibe un difícil encargo: entrevistar a una serie de famosos en un corto período de tiempo.

Molly Malone (Marguerite Gale) viaja de Irlanda a los Estados Unidos en busca de su hermano, que trabaja en el New York Tribune. En la redacción le informan que el hombre se fue a la guerra y Molly de pronto se encuentra varada en Nueva York sin un centavo. Mientras tanto, la periodista Alva Hinton (Helen Hilton) y el fotógrafo Reed (John Reedy) regresan a la redacción luego de un intento frustrado por entrevistar a una prima donna. El resto ya puede adivinarse: Molly sugiere que ella podría intentar obtener el reportaje (“Is that what they are paid for these reporters? For not finding a person? Sure, I could do that well”) y al poco tiempo efectivamente lo consigue.

Su próxima misión consiste en obtener una serie de entrevistas encadenadas a diez celebridades para la edición del domingo (“Each of these will give you the address of one other. Bring me the ten answers by twelve o'clock Saturday and I'll give you fifty dollars and a job”), Si la misión ya es difícil de lograr en 72 horas, ni que decir teniendo en cuenta que ahora tiene a Alva Hinton en contra suya. Temiendo que se pueda quedar con su trabajo, Alva intentará robar las cartas firmadas que Molly va consiguiendo y sabotear todos sus intentos por llegar de un lugar a otro. En un momento, incluso, la enfurecida cronista le acercará la idea al editor del periódico rival, que luego de fingir interés dará aviso al editor del New York Tribune, quien la despide de inmediato.

Uno de los aspectos más notables de la película en términos del trabajo periodístico es la falta de movilidad propia de la protagonista. Molly se mueve en auto, tren, carreta, bote y hasta avión, y acepta todo tipo de aventones por parte de las celebridades que va entrevistando a lo largo de su periplo. Hay un uso muy original de la pantalla dividida para ilustrar dos conversaciones telefónicas paralelas (recurso que volvería a utilizar en 1931 la excelente Five Star Final) y escenas de genuino suspenso mientras Molly intenta cumplir con su encargo antes del deadline.

Manuel Barrientos y Federico Poore