Wife vs. Secretary

Comedia romántica dirigida con buen pulso por Clarence Brown, reúne un elenco de lujo encabezado por Clark Gable y Jean Harlow -en su quinta película juntos-, quienes están secundados por Myrna Loy y un James Stewart a punto de saltar al estrellato. Está basada en un cuento de Faith Baldwin publicado en la edición de mayo de 1935 de la revista Cosmopolitan.

Van Stanhope (Gable) es el exitoso propietario y director de una revista de modas que establece una relación cada vez más estrecha con su secretaria Helen Wilson (Harlow), tan bella como eficaz. El vínculo les trae problemas a ambos con sus respectivas parejas.

Mientras discute con los jefes de sección sobre los textos de los avisos publicitarios, Stanhope descubre que está perdiendo la posibilidad de sumar mayores ingresos publicitarios por el elitismo de su publicación. “No van a llegar muy lejos tratando de vender un tarro de crema hidrante de dos dólares en una revista de cinco centavos”, sostiene con suficiencia. Pero le responden que la empresa de cosmética decidió rebajar el precio de su producto para llegar a un público masivo. De esta forma, dispone comprar el semanario National Weekly, que ya tiene una tirada de tres millones de ejemplares, para transformarla en la revista de mayor alcance nacional. Más que una simple secretaria, Wilson se vuelve clave con sus recomendaciones para concretar la operación. “Eres una Mata Hari moderna”, la elogia Stanhope cuando Helen descubre un mecanismo que permite rebajar el costo de la adquisición.

En una de las escenas, los cuatro protagonistas asisten a un gran evento en el que la editorial de Stanhope ofrece de forma gratuita la posibilidad de disfrutar del patinaje sobre hielo, como solía ocurrir con las actividades masivas que los medios de los años 30 regalaban a sus lectores.

La película se resiente en el final, de claro corte moralista. Fue uno de los últimos sucesos de taquilla de Harlow, quien murió al año siguiente, con tan solo 26 años.