
1949 |
Argentina
Apenas un delincuente
Apenas un delincuente
Director: Hugo Fregonese
Reparto: Jorge Salcedo, Josefa Goldar, Sebastián Chiola, Tito Alonso
Periodismo como tema: Lateral
IMDB: 7,3/10 |
Letterdbox: 3,9/5
N Venecia
Un oficinista decide “salvarse” quedándose con el dinero de los sueldos de la empresa para disfrutarlo a la salida de la cárcel, pero el sufrimiento de su familia y la desconfianza que le tiene a su hermano le harán planear una fuga.
Una persona se fuga de la cárcel y sufre un accidente fatal mientras escapa de la policía. A toda velocidad, un periodista debe reconstruir la vida del presidiario y los motivos que lo llevaron a delinquir para una nota que será la tapa del periódico.
Considerada una de las mejores películas del cine negro argentino, Apenas un delincuente está producida y dirigida con maestría por Hugo Fregonese, quien también fue responsable del guión junto a los periodistas y críticos de cine Israel Chas de Cruz, José Ramón Luna y Raimundo Calcagno, y el escritor y director Tulio Demicheli.
Rodada en escenarios reales y con imágenes del frenesí de las calles porteñas, tiene como personaje central al oficinista José Morán (Jorge Salcedo), quien está cansado de cumplir tareas burocráticas y se endeuda cada vez más debido a su adicción al juego. La ambición lo lleva a sacar cuentas y decide quedarse con una suma millonaria de su empresa, aunque deba pasar seis años en la cárcel. Así se transforma en una suerte de antihéroe popular y fenómeno de la prensa.
La obra comienza con la persecución policial a Morán, quien se ha escapado de la cárcel. La pesquisa termina con el vuelco del auto que transporta al hombre en fuga y su posterior incendio. Mientras los policías observan la escena, el montaje transforma esa imagen en la foto de tapa del diario, bajo el titular “Capturan herido a José Morán. Varios Policías Muertos en la Refriega”. Luego hay un fundido encadenado a otro plano que presenta las rotativas imprimiendo el nuevo número del diario, y se ven las manos del director de la publicación que se acerca a un moderno intercomunicador y se contacta con Crespo, un redactor, a quien le pide que comience a escribir de modo urgente una nota sobre José Morán. En el plano siguiente, el redactor va a buscar información de Morán en los archivos del periódico. Con todo el material sobre la mesa, Crespo empieza a escribir su nota y es su voz en off la que introduce la historia de Morán, por medio de un extenso flashback que se inicia con imágenes de una Ciudad de Buenos Aires en la que todo es muchedumbres, prisa y lucha por conseguir dinero.
“En Apenas un delincuente queda manifiesta la relación entre la violencia urbana, la ansiedad y la hiperestimulación como bases para la corrupción del individuo en contra del colectivo. La imagen-pulsión deleuziana narra de la manera más adecuada el espíritu del antihéroe que protagoniza la película y prefigura el destino de José Morán”, escribe Daniel Giacomelli en su trabajo académico “Periodistas, criminales y pantallas. El cine policial negro argentino y su relación con la prensa durante el peronismo”. Si bien la prensa aquí cumple un rol lateral, la película culmina al mismo tiempo que Crespo finaliza su nota de portada, utilizando al periodista como el motor del argumento, como señala Giacomelli.
Luego de esta obra que formó parte de la Competencia Oficial del Festival de Venecia, Fregonese inició una prolífica etapa en Hollywood.
Considerada una de las mejores películas del cine negro argentino, Apenas un delincuente está producida y dirigida con maestría por Hugo Fregonese, quien también fue responsable del guión junto a los periodistas y críticos de cine Israel Chas de Cruz, José Ramón Luna y Raimundo Calcagno, y el escritor y director Tulio Demicheli.
Rodada en escenarios reales y con imágenes del frenesí de las calles porteñas, tiene como personaje central al oficinista José Morán (Jorge Salcedo), quien está cansado de cumplir tareas burocráticas y se endeuda cada vez más debido a su adicción al juego. La ambición lo lleva a sacar cuentas y decide quedarse con una suma millonaria de su empresa, aunque deba pasar seis años en la cárcel. Así se transforma en una suerte de antihéroe popular y fenómeno de la prensa.
La obra comienza con la persecución policial a Morán, quien se ha escapado de la cárcel. La pesquisa termina con el vuelco del auto que transporta al hombre en fuga y su posterior incendio. Mientras los policías observan la escena, el montaje transforma esa imagen en la foto de tapa del diario, bajo el titular “Capturan herido a José Morán. Varios Policías Muertos en la Refriega”. Luego hay un fundido encadenado a otro plano que presenta las rotativas imprimiendo el nuevo número del diario, y se ven las manos del director de la publicación que se acerca a un moderno intercomunicador y se contacta con Crespo, un redactor, a quien le pide que comience a escribir de modo urgente una nota sobre José Morán. En el plano siguiente, el redactor va a buscar información de Morán en los archivos del periódico. Con todo el material sobre la mesa, Crespo empieza a escribir su nota y es su voz en off la que introduce la historia de Morán, por medio de un extenso flashback que se inicia con imágenes de una Ciudad de Buenos Aires en la que todo es muchedumbres, prisa y lucha por conseguir dinero.
“En Apenas un delincuente queda manifiesta la relación entre la violencia urbana, la ansiedad y la hiperestimulación como bases para la corrupción del individuo en contra del colectivo. La imagen-pulsión deleuziana narra de la manera más adecuada el espíritu del antihéroe que protagoniza la película y prefigura el destino de José Morán”, escribe Daniel Giacomelli en su trabajo académico “Periodistas, criminales y pantallas. El cine policial negro argentino y su relación con la prensa durante el peronismo”. Si bien la prensa aquí cumple un rol lateral, la película culmina al mismo tiempo que Crespo finaliza su nota de portada, utilizando al periodista como el motor del argumento, como señala Giacomelli.
Luego de esta obra que formó parte de la Competencia Oficial del Festival de Venecia, Fregonese inició una prolífica etapa en Hollywood.
Manuel Barrientos y Federico Poore