Blacklight

Reconvertido en héroe serial de acción, Liam Neeson protagoniza esta película en la que todo parece ya visto. Aquí interpreta a Travis Block, un “solucionador de problemas”, que se encarga de ayudar a agentes encubiertos del FBI. Historia de redención, intenta remediar las ausencias que ha tenido en la crianza de una hija ya adulta, que ahora es una madre que cuida a su hija en soledad. Al mismo tiempo, busca exculparse de las tareas que debió llevar adelante en la agencia de inteligencia.

Luego del asesinato de la joven activista Sofía Flores, una incipiente política llamada a ser la voz de su generación, el agente Dusty Crane (Taylor John Smith) decide contar toda la verdad al periodismo acerca de cómo el FBI realiza persecuciones y pergeña conspiraciones contra los propios ciudadanos estadounidenses. Así, se contacta con la periodista Mira Jones (Emmy Raver-Lampman), que venía cubriendo con cierta admiración la campaña de Flores.

Travis recibe la orden de controlar a Crane, pero empieza a desconfiar de las verdaderas intenciones de su jefe. Cuando Dusty también aparece muerto, se alía con Mira y la ayuda con su investigación acerca de un programa ultrasecreto del FBI que espía y asesina a civiles norteamericanos. Más allá de la colaboración de Travis, la periodista también debe sortear la reticencia de su editor que le pide información chequeable para publicar el caso.

Pese a un presupuesto de más de 40 millones de dólares, Blacklight fue un fracaso de taquilla y recibió el rechazo mayoritario de la crítica, aunque luego tuvo un mejor paso por las plataformas.