1933 |
Estados Unidos
Bombshell
Polvorilla
Director: Victor Fleming
Reparto: Frank Morgan, Jean Harlow, Lee Tracy
Periodismo como tema: Central
IMDB: 7,1/10 |
Letterdbox: 3,3/5
Una glamorosa estrella de cine se rebela contra el estudio, su familia y su prepotente agente de prensa.
La estrella de cine Lola Burns (Jean Harlow) se hartó de los trucos de su publicista, E.J. Hanion (Lee Tracy), que alimenta a la prensa con historias provocativas sobre su figura. Cansada de los escándalos y de una familia que solo vive de ella, Burns huye de Hollywood y conoce a un heredero, pero parece que él tampoco es quien dice ser.
Una de las primeras películas de los grandes estudios en abordar extensamente la figura del agente de prensa, Bombshell es una violenta diatriba contra el ambiente tóxico que rodea a las grandes estrellas de cine. Con el pretendido objetivo de mantenerla en los medios, Hanion explota la vida privada de la actriz e incluso genera situaciones escandalosas para luego avisarle a los periodistas.
En una escena, uno de los intereses románticos de Burns es arrestado y pronto la noticia está en todos los periódicos. La estrella sospecha: “Al pobre Hugo lo arrestaron hace dos minutos, y aquí lo veo ocupando toda la primera plana del periódico”. El publicista ensaya una excusa: “Querida, el periodismo moderno está muy acelerado, como todo lo demás. Ya sabes, algo sale en los cables y va directo a la linotipia, a la imprenta, al noticiero. Brrrrrrr. Bomp-bomp-bomp. Bomp-bomp-bomp ¡Bam! Salen las ediciones, ya dobladas, repartidas por toda la ciudad en coches especiales. Los repartidores empiezan a vendérselas al hombre en la calle. Éste lee la noticia y obtiene la información exactamente como si hubera estado en lugar en el momento que ocurrió”.
Más adelante, el pobre Hugo llega furioso a la mansión de la protagonista. El publicista huele conflicto y lo deja pasar, no sin antes avisarle al grupo de fotógrafos apostados en la vivienda: “Incluyan esto en el titular: ‘Dos amantes se enfrentan en la casa de Burns'. Ustedes entienden, el ángulo de la celosía. Material bien primitivo, Edad de Piedra. Dos salvajes peleando por una chica espléndida’.”
Los periodistas de espectáculos son presentados como vampiros que hacen guardia en los sets de filmación o las mansiones de los famosos en busca de una declaración explosiva o una fotografía impactante. El film sugiere que son cómplices de los representantes de las estrellas y que todo este juego se hace a expensas de los actores y actrices.
Manuel Barrientos y Federico Poore