99
1927 |
Estados Unidos
Chicago
Chicago
Director: Frank Urson
Reparto: Phyllis Haver, T. Roy Barnes, Victor Varconi, Virginia Bradford
Periodismo como tema: Intermedio
IMDB: 7,3/10 |
Letterdbox: 3,6/5
Una mujer casada (Phyllis Haver) se convierte en una sensación mediática cuando es juzgada por disparar a su amante.
Una mujer casada de nombre Roxie Hart (Phyllis Haver) asesina a su amante luego de que éste intentara dejarla. Su marido, el buen Amos Hart (Victor Varconi), busca ayudarla a pesar de todo y acude a la policía con una historia inventada, diciendo que fue él quien lo mató. “¡Una confesión firmada en diez minutos! Asegúrate de que tu periódico me dé crédito por esto”, le dice el inspector al reportero (T. Roy Barnes) que aparece en el domicilio y que estaba tomando nota. Pero las cosas no son tan simples: en un cuarto contiguo, el fiscal presiona a Roxie con información falsa y la rubia termina arruinando el plan de su pareja para exonerarla. El periodista, entusiasmado, llama a la redacción e informa sobre las últimas novedades. En un momento clave de la película, se acerca a Roxy y le dice: “Soy el tipo que te va a convertir en la asesina más hermosa de Chicago. Yo te haré grande. Serás famosa”.
Dicho y hecho: al menos tres grandes periódicos locales informan en tapa sobre el sensacional caso. Roxie, en la cárcel y a la espera del juicio, junta recortes de periódicos y observa, vanidosa, qué tal salió en las fotografías. El detalle de cómo se prepara para el juicio con la ayuda del oscuro abogado defensor William Flynn (Robert Edeson) no tiene vinculación con el oficio, pero es uno de los momentos más divertidos del film.
Cuando finalmente es absuelta, los fotógrafos se apiñan para tomar una imagen suya. Es una celebridad... aunque no por mucho tiempo. En ese momento hace su entrada triunfal Two Gun Rosie (Viola Louie). Roxie no entiende qué pasó. "Escucha, amiguita", le explica el reportero. “Tú eres la noticia de ayer, más vieja que un sombrero del año pasado”. Una escena posterior muestra a una desdichada Roxie, sin fama y sin marido, vagando por las calles mientras el gentío pasa a su lado, sin reconocerla. Debajo de la lluvia, y entre los apurados pasos de los transeúntes, el periódico del día anterior, empapado, cada vez más roto, camino al desagüe.
Chicago es uno de los films mejor escritos y con diálogos más filosos de la era de los intertítulos. Se trata de la película más conocida del director Frank Urson, quien trabajó a las órdenes del productor Cecil B. DeMille. El guión estuvo a cargo de Lenore J. Coffee, autora de Possessed (1931) y nominada al Oscar por Four Daughters (1938) de Michael Curtiz. Coffee se basó en la obra de teatro del mismo nombre de Maurine Dallas Watkins (quien además de dramaturga fue periodista de judiciales del Chicago Tribune). La figura de Roxie Hart, un personaje ficticio basado en dos populares asesinas de la época, sirvió de inspiración para otra Chicago (2002), dirigida por Rob Marshall, que se alzó con seis Premios de la Academia, incluyendo Mejor Película.
Dicho y hecho: al menos tres grandes periódicos locales informan en tapa sobre el sensacional caso. Roxie, en la cárcel y a la espera del juicio, junta recortes de periódicos y observa, vanidosa, qué tal salió en las fotografías. El detalle de cómo se prepara para el juicio con la ayuda del oscuro abogado defensor William Flynn (Robert Edeson) no tiene vinculación con el oficio, pero es uno de los momentos más divertidos del film.
Cuando finalmente es absuelta, los fotógrafos se apiñan para tomar una imagen suya. Es una celebridad... aunque no por mucho tiempo. En ese momento hace su entrada triunfal Two Gun Rosie (Viola Louie). Roxie no entiende qué pasó. "Escucha, amiguita", le explica el reportero. “Tú eres la noticia de ayer, más vieja que un sombrero del año pasado”. Una escena posterior muestra a una desdichada Roxie, sin fama y sin marido, vagando por las calles mientras el gentío pasa a su lado, sin reconocerla. Debajo de la lluvia, y entre los apurados pasos de los transeúntes, el periódico del día anterior, empapado, cada vez más roto, camino al desagüe.
Chicago es uno de los films mejor escritos y con diálogos más filosos de la era de los intertítulos. Se trata de la película más conocida del director Frank Urson, quien trabajó a las órdenes del productor Cecil B. DeMille. El guión estuvo a cargo de Lenore J. Coffee, autora de Possessed (1931) y nominada al Oscar por Four Daughters (1938) de Michael Curtiz. Coffee se basó en la obra de teatro del mismo nombre de Maurine Dallas Watkins (quien además de dramaturga fue periodista de judiciales del Chicago Tribune). La figura de Roxie Hart, un personaje ficticio basado en dos populares asesinas de la época, sirvió de inspiración para otra Chicago (2002), dirigida por Rob Marshall, que se alzó con seis Premios de la Academia, incluyendo Mejor Película.
Manuel Barrientos y Federico Poore