155
1931 |
Estados Unidos
Dance, Fools, Dance
Danzad, locos, danzad
Director: Harry Beaumont
Reparto: Clark Gable, Cliff Edwards, Earle Foxe, Joan Crawford, Lester Vail, Purnell Pratt, William Bakewell, William Holden
Periodismo como tema: Central
IMDB: 6,3/10 |
Letterdbox: 3,2/5
Tras la muerte de su padre y la pérdida de la fortuna familiar, Bonnie (Joan Crawford) consigue un trabajo como reportera mientras su hermano se dedica al contrabando.
Bonnie (Joan Crawford) y Rodney Jordan (William Bakewell), dos hermanos de la alta sociedad, se ven obligados a ganarse el pan luego de que su padre perdiera toda su fortuna en la bolsa de valores. Bonnie comienza a trabajar como redactora en un periódico, mientras que su hermano alcohólico termina en el contrabando de alcohol a las órdenes del temible Jake Luva (Clark Gable, en una de sus primeras películas sonoras).
Para la protagonista, el pasaje de hereda a periodista no es un proceso sencillo. Por un lado implica defraudar a su amigo millonario (Lester Vail), quien le insiste que lo que le conviene es abrirse un salón de belleza. Por el otro, adaptarse al nuevo entorno le supone un gran desafío, como lo ilustra la primera escena en la redacción del periódico, un paneo en primer plano por las máquinas de escribir de los diferentes redactores. Solo vemos (y oímos) las manos escribiendo pero la información que nos provee es suficiente para saber que los cronistas escriben a gran velocidad... hasta que llegamos al escritorio de Bonnie, que con mucha dificultad (y algunos errores) redacta su noticia y se la lleva entusiasmada a su editor (Purnell Pratt). Éste simula gran interés y le promete un espacio en tapa, mientras por lo bajo le pide a los muchachos del “copy desk” que achiquen el artículo a cincuenta palabras y lo escondan en algún lugar de las páginas interiores.
Por suerte, Bonnie encuentra un aliado en el cronista Bert Scranton (Cliff Edwards), que la consuela y le aconseja: “You'll learn, kid. Clearness. Condensation. Where. What. When and Why. that’s the idea. Don't let the guys on the copy desk bother you. they're just a bunch of butchers at heart. they'd cut the Lord's Prayer down to a one-line squib.”
Es precisamente Scranton quien acude a un bar frecuentado por Jake Luva y su banda para conocer más información sobre un asesinato, del cual el joven e inexperto Rodney Jordan fue cómplice pasivo. Y justo cuando logra sacar algo de información y se dirige de regreso al periódico es asesinado a sangre fría por el propio Rodney.
La redacción está en shock y Bonnie recibe su primer gran encargo: hacerse pasar por Mary Smith, “una chica de Missouri”, y lograr acercarse al temible Jake Luva: “You find out who killed my best reporter, and if you're coming with the story, you can have the paper”, le dicen editor y dueño del periódico.
Lo próximo que sabemos es que la protagonista se convierte en una bailarina de burlesque y consigue ingresar en el círculo íntimo del mafioso, lo que le permite descubrir que su hermano está involucrado con la red de contrabandistas. Jack termina por desenmascarar a la periodista… pero su hermano llega justo a tiempo para herir mortalmente al jefe de la banda antes de morir él también bajo una ráfaga de balas. Bonnie telefonea a la redacción y cuenta todo, pero no acepta la oferta que le hicieron sus superiores y deja el oficio. Mientras camina de salida de la redacción, es observada por admiración por sus colegas (hombres) y se encuentra con su amigo millonario, que le propone casamiento. Happy end y foto de los novios (a cargo del personal del periódico).
Lo interesante de Dance, Fools, Dance es que muestra al periodismo como una forma de ganarse la vida. Cualquier persona sin fortuna ni ingresos (“all I have is my reputation”, dice Bonnie al enterarse que no le quedará nada por heredar de su padre) puede ingresar a un periódico, aprender el oficio y generar un ingreso honesto. Es más difícil para las mujeres, claro: cuando aparece el notición de la guerra entre bandas, a Bonnie le encargan la tarea menor de ir a la morgue a ver si aparecen las novias o amantes de los mafiosos muertos. Después de todo, es (solo) una mujer en un mundo dominado por los hombres.
Harry Beaumont, que venía de dirigir el primer musical sonoro de la MGM (The Broadway Melody), lucha por imprimirle un buen ritmo al film, un problema común a muchos de los early talkies. “Rasgos rescatables: Clark Gable, antes de sus días de estrella, como un malvado jefe del hampa, y Cliff Edwards como reportero”, escribió Pauline Kael en su libro 5001 Nights at the Movies.
Purnell Pratt, que aquí hace del eficiente editor del periódico, intepretaría a uno de los directivos de un tabloide en Five Star Final (1931) y nuevamente a un editor en Scarface (1932). También esa década, Clark Gable pasaría a encarnar periodistas sagaces y ventajeros en It Happened One Night (1934), Love on the Run (1936, nuevamente reunido con Joan Crawford) y Too Hot to Handle (1938).
Para la protagonista, el pasaje de hereda a periodista no es un proceso sencillo. Por un lado implica defraudar a su amigo millonario (Lester Vail), quien le insiste que lo que le conviene es abrirse un salón de belleza. Por el otro, adaptarse al nuevo entorno le supone un gran desafío, como lo ilustra la primera escena en la redacción del periódico, un paneo en primer plano por las máquinas de escribir de los diferentes redactores. Solo vemos (y oímos) las manos escribiendo pero la información que nos provee es suficiente para saber que los cronistas escriben a gran velocidad... hasta que llegamos al escritorio de Bonnie, que con mucha dificultad (y algunos errores) redacta su noticia y se la lleva entusiasmada a su editor (Purnell Pratt). Éste simula gran interés y le promete un espacio en tapa, mientras por lo bajo le pide a los muchachos del “copy desk” que achiquen el artículo a cincuenta palabras y lo escondan en algún lugar de las páginas interiores.
Por suerte, Bonnie encuentra un aliado en el cronista Bert Scranton (Cliff Edwards), que la consuela y le aconseja: “You'll learn, kid. Clearness. Condensation. Where. What. When and Why. that’s the idea. Don't let the guys on the copy desk bother you. they're just a bunch of butchers at heart. they'd cut the Lord's Prayer down to a one-line squib.”
Es precisamente Scranton quien acude a un bar frecuentado por Jake Luva y su banda para conocer más información sobre un asesinato, del cual el joven e inexperto Rodney Jordan fue cómplice pasivo. Y justo cuando logra sacar algo de información y se dirige de regreso al periódico es asesinado a sangre fría por el propio Rodney.
La redacción está en shock y Bonnie recibe su primer gran encargo: hacerse pasar por Mary Smith, “una chica de Missouri”, y lograr acercarse al temible Jake Luva: “You find out who killed my best reporter, and if you're coming with the story, you can have the paper”, le dicen editor y dueño del periódico.
Lo próximo que sabemos es que la protagonista se convierte en una bailarina de burlesque y consigue ingresar en el círculo íntimo del mafioso, lo que le permite descubrir que su hermano está involucrado con la red de contrabandistas. Jack termina por desenmascarar a la periodista… pero su hermano llega justo a tiempo para herir mortalmente al jefe de la banda antes de morir él también bajo una ráfaga de balas. Bonnie telefonea a la redacción y cuenta todo, pero no acepta la oferta que le hicieron sus superiores y deja el oficio. Mientras camina de salida de la redacción, es observada por admiración por sus colegas (hombres) y se encuentra con su amigo millonario, que le propone casamiento. Happy end y foto de los novios (a cargo del personal del periódico).
Lo interesante de Dance, Fools, Dance es que muestra al periodismo como una forma de ganarse la vida. Cualquier persona sin fortuna ni ingresos (“all I have is my reputation”, dice Bonnie al enterarse que no le quedará nada por heredar de su padre) puede ingresar a un periódico, aprender el oficio y generar un ingreso honesto. Es más difícil para las mujeres, claro: cuando aparece el notición de la guerra entre bandas, a Bonnie le encargan la tarea menor de ir a la morgue a ver si aparecen las novias o amantes de los mafiosos muertos. Después de todo, es (solo) una mujer en un mundo dominado por los hombres.
Harry Beaumont, que venía de dirigir el primer musical sonoro de la MGM (The Broadway Melody), lucha por imprimirle un buen ritmo al film, un problema común a muchos de los early talkies. “Rasgos rescatables: Clark Gable, antes de sus días de estrella, como un malvado jefe del hampa, y Cliff Edwards como reportero”, escribió Pauline Kael en su libro 5001 Nights at the Movies.
Purnell Pratt, que aquí hace del eficiente editor del periódico, intepretaría a uno de los directivos de un tabloide en Five Star Final (1931) y nuevamente a un editor en Scarface (1932). También esa década, Clark Gable pasaría a encarnar periodistas sagaces y ventajeros en It Happened One Night (1934), Love on the Run (1936, nuevamente reunido con Joan Crawford) y Too Hot to Handle (1938).
Manuel Barrientos y Federico Poore