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1987 |
Argentina, Holanda

El amor es una mujer gorda

El amor es una mujer gorda

Director: Alejandro Agresti
Reparto: Carlos Roffé, Elio Marchi, Sergio Poves Campos
Periodismo como tema: Intermedio
star
IMDB: 6,5/10 |
Letterdbox: 3,6/5

G San Sebastián

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Un periodista se niega a abandonar la investigación sobre su esposa desaparecida, a pesar de que las autoridades ya lo han hecho. Su decisión lo margina de la sociedad.
En el retorno de la democracia a la Argentina, José, un periodista joven se niega a dejar de investigar la desaparición de su esposa; la indiferencia social lo convierte en un marginal. En el diario en el que trabaja, lo envían a cubrir el rodaje de un director norteamericano, que está realizando un film sobre la dictadura. El periodista crítica en el set -y en sus notas- el oportunismo del director: “Viene a registrar la miseria y después se vuelve a su país a disfrutar de sus dólares”.

El jefe de redacción (Carlos Roffe) reprocha las notas de José: “Vos venís de la escuela de los boludos que creen que lo mejor que le puede pasar a un periodista es hacerse famoso; segundo, hacen quilombo para volverse famosos; tercero, creen que no hay nada mejor para hacer quilombo que llevar la contra; cuarto, entienden que para llevar la contra no hay nada mejor que transformar al diablo en santo y al santo en diablo”. Luego quiere seguir con sus mandamientos, pero pierde la cuenta. José le responde que en la dictadura en ese diario todos miraban para arriba y se hacían los boludos. “Todos saben algo de Vietnam, hasta tu tía sabe algo de Vietnam, pero nadie sabe lo que pasó acá”.

Ante un nuevo escándalo en el rodaje, el periodista es echado a golpes y termina en prisión. Un amigo bandoneonista ayuda a liberarlo y le dice: “Te metieron adentro, pero a estos hijos de puta los van a dejar afuera” y le muestra la tapa del diario Clarín que informa que el Senado acaba de sancionar la ley de Punto Final, que impulsa la impunidad de los represores del terrorismo de Estado.

En uno de sus primeros largometrajes (el primero en ser estrenado en la Argentina), Agresti logra un retrato agudo acerca del estado de situación del país en los años en los que la primavera alfonsinista entraba en declive. Filmada en blanco y negro, tiene una concepción estética impecable, que acentúa la soledad y la impotencia del protagonista.

Manuel Barrientos y Federico Poore