
128
1913 |
Francia
Fantômas – À l’ombre de la guillotine
Fantomas - A la sombra de la guillotina
Tipo: Parte de la serie Fantômas
Director: Louis Feuillade
Reparto: Edmund Breon, Georges Melchior, René Navarre
Periodismo como tema: Intermedio
IMDB: 6,9/10 |
Letterdbox: 3,5/5
Basado en la popular saga novelesca de Marcel Allain y Pierre Souvestre, el primer episodio de la serie nos presenta al inspector Juve (Edmond Bréon) y a su compañero de investigaciones, el periodista de La Capitale Jérôme Fandor (Georges Melchior), quienes investigan la desaparición de Lord Beltham y siguen el rastro del misterioso criminal Fantômas (Louis Feuillade).
Una de las obras ineludibles de principios de siglo es el serial Fantômas. Esta popular saga novelesca de Marcel Allain y Pierre Souvestre, fue llevada al cine por Louis Feuillade, director artístico de la Société des Etablissements L. Gaumont y uno de los maestros del cine episódico. El realizador francés comenzó su carrera laboral como periodista de una revista satírica, hasta que en 1905 fue contratado por León Gaumont como guionista.
El primer filme de la saga, Fantômas - À l'ombre de la guillotine (1913), nos presenta al inspector Juve (Edmond Bréon) y a su compañero de investigaciones, el redactor de La Capitale de París, Jérôme Fandor (Georges Melchior), quienes investigan la desaparición de Lord Beltham y siguen el rastro del misterioso criminal Fantômas, interpretado por René Navarre. Fandor es un redactor joven y elegante, que parece estar incluso en mejor estado físico que su compañero policía. Escribe sus artículos con pluma sobre el papel, aún no hay máquinas de escribir en la redacción, ambientada en la contemporaneidad de 1912. Pero el borramiento de roles es tal que Jérôme, a priori un periodista a tiempo completo, pasa buena parte de su día persiguiendo delincuentes junto al inspector Juve. Anticipando a la posterior Les Vampires (1915), en los siguientes episodios el rol del periodista se vuelve cada vez más importante, llegando a suplantar a su amigo inspector en el liderazgo de las investigaciones. De todas formas, la alianza entre las fuerzas de seguridad estatales y el periodismo no logran capturar a Fantomas, el enigmático delincuente, que gracias a sus juegos de ilusionismo y las sustituciones de identidades, siempre escapa junto a su banda de malhechores.
En Juve contre Fantômas (1913),el inspector y el periodista salen a los escenarios reales de París a perseguir al criminal, quien esta vez fragua diversas identidades. Fandor es un ayudante cada vez más activo y recorre la ciudad junto a Juve, realiza guardias y hasta utiliza disfraces para espiar a los bandidos. Pero Fantomas nuevamente logra escapar, dejando a la dupla con heridas de gravedad.
La tercera entrega, Le mort qui tue (1913), comienza con Fandor internado en la habitación de un hospital y desolado por la supuesta muerte de Juve, lo que evidencia la creciente fraternidad entre ambos y la disolución absoluta de las fronteras entre el oficio periodístico y el policial. Ni bien se recupera de las lesiones, escribe un artículo para el periódico sobre los trágicos sucesos del episodio anterior y se dirige hacia el Palacio de Justicia para intentar dar con el paradero de Fantomas. Aquí el rol del redactor se vuelve predominante tanto en el liderazgo de la investigación policial como en el peso de la trama. Fandor rescata a una de las víctimas, vuelve a la escena del crimen, busca pistas, las encuentra y se esconde en un baúl para acercarse a la guarida de los delincuentes, hasta que finalmente logra reencontrarse con Juve.
Fantômas contre Fantômas (1914) es el episodio más resonante en términos de la representación del rol del periodismo y los medios de comunicación. Indignada porque Fantômas aún no está tras las rejas, la prensa lanza una campaña para acusar al comisario Juve de ser el hombre que se esconde detrás de la fachada del criminal. Ante la presión de los medios y el impacto en la opinión pública francesa, el inspector es arrestado, mientras Fantômas se regocija de poder alimentar el rumor que involucra a Juve. Fandor decide consagrarse a la defensa del inspector y lleva adelante su propia investigación, suplantando nuevamente a Juve en el rol policial.
El quinto y último, Le faux magistrat (1914), es tal vez el episodio más flojo, ya que apela en demasía a los sobreimpresos, a diferencia de las cuatro entregas anteriores. Luego de cometer un asesinato en Bélgica, Fantômas es detenido. Pero nuevamente escapa de la prisión, asesina al juez Pradier y usurpa su identidad en el tribunal de St Calais. La pareja de Juve y Fandor intenta seguirle los pasos en una persecución de carácter internacional por Bélgica e Inglaterra. Con sagacidad, Fandor es quien sospecha que Fantomas quien se ha encubierto tras la máscara del magistrado.
El gran éxito de Fantômas en las boleterías llevó a Feuillade a concebir en tiempo récord una nueva saga: Les Vampires (1915).
El primer filme de la saga, Fantômas - À l'ombre de la guillotine (1913), nos presenta al inspector Juve (Edmond Bréon) y a su compañero de investigaciones, el redactor de La Capitale de París, Jérôme Fandor (Georges Melchior), quienes investigan la desaparición de Lord Beltham y siguen el rastro del misterioso criminal Fantômas, interpretado por René Navarre. Fandor es un redactor joven y elegante, que parece estar incluso en mejor estado físico que su compañero policía. Escribe sus artículos con pluma sobre el papel, aún no hay máquinas de escribir en la redacción, ambientada en la contemporaneidad de 1912. Pero el borramiento de roles es tal que Jérôme, a priori un periodista a tiempo completo, pasa buena parte de su día persiguiendo delincuentes junto al inspector Juve. Anticipando a la posterior Les Vampires (1915), en los siguientes episodios el rol del periodista se vuelve cada vez más importante, llegando a suplantar a su amigo inspector en el liderazgo de las investigaciones. De todas formas, la alianza entre las fuerzas de seguridad estatales y el periodismo no logran capturar a Fantomas, el enigmático delincuente, que gracias a sus juegos de ilusionismo y las sustituciones de identidades, siempre escapa junto a su banda de malhechores.
En Juve contre Fantômas (1913),el inspector y el periodista salen a los escenarios reales de París a perseguir al criminal, quien esta vez fragua diversas identidades. Fandor es un ayudante cada vez más activo y recorre la ciudad junto a Juve, realiza guardias y hasta utiliza disfraces para espiar a los bandidos. Pero Fantomas nuevamente logra escapar, dejando a la dupla con heridas de gravedad.
La tercera entrega, Le mort qui tue (1913), comienza con Fandor internado en la habitación de un hospital y desolado por la supuesta muerte de Juve, lo que evidencia la creciente fraternidad entre ambos y la disolución absoluta de las fronteras entre el oficio periodístico y el policial. Ni bien se recupera de las lesiones, escribe un artículo para el periódico sobre los trágicos sucesos del episodio anterior y se dirige hacia el Palacio de Justicia para intentar dar con el paradero de Fantomas. Aquí el rol del redactor se vuelve predominante tanto en el liderazgo de la investigación policial como en el peso de la trama. Fandor rescata a una de las víctimas, vuelve a la escena del crimen, busca pistas, las encuentra y se esconde en un baúl para acercarse a la guarida de los delincuentes, hasta que finalmente logra reencontrarse con Juve.
Fantômas contre Fantômas (1914) es el episodio más resonante en términos de la representación del rol del periodismo y los medios de comunicación. Indignada porque Fantômas aún no está tras las rejas, la prensa lanza una campaña para acusar al comisario Juve de ser el hombre que se esconde detrás de la fachada del criminal. Ante la presión de los medios y el impacto en la opinión pública francesa, el inspector es arrestado, mientras Fantômas se regocija de poder alimentar el rumor que involucra a Juve. Fandor decide consagrarse a la defensa del inspector y lleva adelante su propia investigación, suplantando nuevamente a Juve en el rol policial.
El quinto y último, Le faux magistrat (1914), es tal vez el episodio más flojo, ya que apela en demasía a los sobreimpresos, a diferencia de las cuatro entregas anteriores. Luego de cometer un asesinato en Bélgica, Fantômas es detenido. Pero nuevamente escapa de la prisión, asesina al juez Pradier y usurpa su identidad en el tribunal de St Calais. La pareja de Juve y Fandor intenta seguirle los pasos en una persecución de carácter internacional por Bélgica e Inglaterra. Con sagacidad, Fandor es quien sospecha que Fantomas quien se ha encubierto tras la máscara del magistrado.
El gran éxito de Fantômas en las boleterías llevó a Feuillade a concebir en tiempo récord una nueva saga: Les Vampires (1915).
Manuel Barrientos y Federico Poore