8
2005 |
Estados Unidos
Good Night, and Good Luck.
Buenas noches, y buena suerte.
Director: George Clooney
Reparto: David Strathairn, George Clooney, Jeff Daniels, Patricia Clarkson, Robert Downey Jr.
Periodismo como tema: Central
IMDB: 7,4/10 |
Letterdbox: 3,6/5
N Oscar, N Golden Globes, N BAFTA, G Venecia
Ambientada en 1953, narra el enfrentamiento real que, en defensa del periodismo independiente, mantuvieron el famoso periodista y presentador de la CBS Edward R. Murrow (David Strathairn) y su productor Fred Friendly (George Clooney) contra el poderoso senador anticomunista Joseph McCarthy.
El actor, guionista y director George Clooney retomó la figura del periodista como “guardián de la ciudadanía” en esta película, en la que narró uno de los episodios más emblemáticos de la historia norteamericana del siglo XX: la persecución ideológica, la censura y la detención arbitraria de personas ejercida por el Comité de Actividades Antiamericanas en las primeras décadas de la Guerra Fría.
Basado en una historia real, el filme está ambientado en 1953, cuando la televisión recién comenzaba a popularizarse. El experimentado Edward R. Murrow (David Strathairn), famoso por su cobertura radiofónica del desembarco en Normandía, era el conductor del programa periodístico “See it Now”, que se emitía por la cadena CBS. Su nutrido equipo de redactores recibió la historia de Milo Radulovich, un piloto que había sido expulsado de la Armada por “razones de seguridad”, sin ningún argumento probatorio en su contra. Pese a la oposición de uno de los directivos de la cadena, Murrow denunció el caso y también informó que Radulovich había rechazado la propuesta de continuar en su trabajo si, a cambio, imputaba a su padre y su hermana.
El conductor se enfrentó, así, a uno de los políticos más influyentes del momento, el senador republicano y presidente del Comité de Actividades Antiamericanas, Joseph Mc Carthy. Esa comisión había sido creada en 1938 para investigar las actividades de los agentes extranjeros. Pero con el fin de la II Guerra Mundial, se dedicó a vigilar las supuestas “infiltraciones subversivas del comunismo”. Luego de la denuncia del caso Radulovich, Mc Carthy acusó al propio Murrow de ser “simpatizante comunista”. Pero el equipo no se amedrentó y avanzó en la lucha contra la metodología utilizada por el Comité. Pese a las presiones de los anunciantes, el presidente de la CBS apoyó a su periodista.
En el siguiente programa, Murrow denunció la ausencia de pruebas que tenían las acusaciones de Mc Carthy y las posteriores condenas sin el debido proceso judicial. Pero invitó al senador para que utilizara el derecho a su defensa en el ciclo televisivo. Mc Carthy accedió y acusó al conductor de “comunista” sin exhibir ninguna prueba firme. Pero Murrow consiguió mostrar la falsedad y la insensatez de las denuncias y la arbitrariedad de sus métodos. A partir de esa emisión, la Cámara de Senadores comenzó a cuestionar a su integrante y, finalmente, Mc Carthy perdió la presidencia del Comité en 1954.
La película, sin embargo, no termina con el logro periodístico de Murrow y la reparadora restauración de las libertades civiles gracias a la contribución del periodismo. Clooney continúa indagando en la historia y muestra cómo el ciclo fue desplazado de la programación. El enemigo del periodismo de investigación que propició la caída del programa de Murrow finalmente no fue la censura de los poderes estatales sino un mecanismo -en ese momento emergente- más sutil, opaco y deslocalizado: las exigencias de banalidad y sensacionalismo que imponen los “estudios de mercado”.
El presidente de la CBS le dice: "La gente quiere divertirse, no una lección de civismo". Pero la postura de Murrow es opuesta y, al recibir un premio de la industria televisiva, señala: "Los que afirman que ‘la gente no los vería, que no interesa, que todo les da igual, que sólo quieren evadirse’… Sólo puedo responder que en la opinión de este periodista existen pruebas que rebaten ese argumento. Pero aunque tuvieran razón, ¿qué tienen que perder? Porque si tienen razón y este instrumento no sirve más que para entretener, divertir y aislar… el tubo catódico ya parpadea y pronto veremos cómo la lucha está perdida. La Televisión puede enseñar, puede arrojar luz y, sí, hasta puede inspirar. Pero sólo lo hará en la medida en que nosotros estemos dispuestos a utilizarla con estos fines. De lo contrario sólo será un amasijo de luces y cables. Buenas noches y buena suerte."
Con esta película, Clooney también rindió un homenaje oblicuo a su padre, periodista y presentador de noticias de televisión.
Basado en una historia real, el filme está ambientado en 1953, cuando la televisión recién comenzaba a popularizarse. El experimentado Edward R. Murrow (David Strathairn), famoso por su cobertura radiofónica del desembarco en Normandía, era el conductor del programa periodístico “See it Now”, que se emitía por la cadena CBS. Su nutrido equipo de redactores recibió la historia de Milo Radulovich, un piloto que había sido expulsado de la Armada por “razones de seguridad”, sin ningún argumento probatorio en su contra. Pese a la oposición de uno de los directivos de la cadena, Murrow denunció el caso y también informó que Radulovich había rechazado la propuesta de continuar en su trabajo si, a cambio, imputaba a su padre y su hermana.
El conductor se enfrentó, así, a uno de los políticos más influyentes del momento, el senador republicano y presidente del Comité de Actividades Antiamericanas, Joseph Mc Carthy. Esa comisión había sido creada en 1938 para investigar las actividades de los agentes extranjeros. Pero con el fin de la II Guerra Mundial, se dedicó a vigilar las supuestas “infiltraciones subversivas del comunismo”. Luego de la denuncia del caso Radulovich, Mc Carthy acusó al propio Murrow de ser “simpatizante comunista”. Pero el equipo no se amedrentó y avanzó en la lucha contra la metodología utilizada por el Comité. Pese a las presiones de los anunciantes, el presidente de la CBS apoyó a su periodista.
En el siguiente programa, Murrow denunció la ausencia de pruebas que tenían las acusaciones de Mc Carthy y las posteriores condenas sin el debido proceso judicial. Pero invitó al senador para que utilizara el derecho a su defensa en el ciclo televisivo. Mc Carthy accedió y acusó al conductor de “comunista” sin exhibir ninguna prueba firme. Pero Murrow consiguió mostrar la falsedad y la insensatez de las denuncias y la arbitrariedad de sus métodos. A partir de esa emisión, la Cámara de Senadores comenzó a cuestionar a su integrante y, finalmente, Mc Carthy perdió la presidencia del Comité en 1954.
La película, sin embargo, no termina con el logro periodístico de Murrow y la reparadora restauración de las libertades civiles gracias a la contribución del periodismo. Clooney continúa indagando en la historia y muestra cómo el ciclo fue desplazado de la programación. El enemigo del periodismo de investigación que propició la caída del programa de Murrow finalmente no fue la censura de los poderes estatales sino un mecanismo -en ese momento emergente- más sutil, opaco y deslocalizado: las exigencias de banalidad y sensacionalismo que imponen los “estudios de mercado”.
El presidente de la CBS le dice: "La gente quiere divertirse, no una lección de civismo". Pero la postura de Murrow es opuesta y, al recibir un premio de la industria televisiva, señala: "Los que afirman que ‘la gente no los vería, que no interesa, que todo les da igual, que sólo quieren evadirse’… Sólo puedo responder que en la opinión de este periodista existen pruebas que rebaten ese argumento. Pero aunque tuvieran razón, ¿qué tienen que perder? Porque si tienen razón y este instrumento no sirve más que para entretener, divertir y aislar… el tubo catódico ya parpadea y pronto veremos cómo la lucha está perdida. La Televisión puede enseñar, puede arrojar luz y, sí, hasta puede inspirar. Pero sólo lo hará en la medida en que nosotros estemos dispuestos a utilizarla con estos fines. De lo contrario sólo será un amasijo de luces y cables. Buenas noches y buena suerte."
Con esta película, Clooney también rindió un homenaje oblicuo a su padre, periodista y presentador de noticias de televisión.
Manuel Barrientos y Federico Poore