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2022 |
Francia, Alemania, Suecia, Dinamarca

Holy Spider

Holy Spider

Director: Ali Abbasi
Reparto: Arash Ashtiani, Mehdi Bajestani, Zar Amir-Ebrahimi
Periodismo como tema: Central
star
IMDB: 7,3/10 |
Letterdbox: 3,6/5

G Cannes

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Irán, 2001. Una periodista de Teherán se sumerge en los barrios con peor reputación de la ciudad santa de Mashhad para investigar una serie de feminicidios. Pronto se dará cuenta de que las autoridades locales no tienen ninguna prisa por resolver el asunto.
La acción se sitúa a principios de este siglo. Una periodista de Teherán llamada Rahimi (Zar Amir Ebrahimi, ganadora del premio a la mejor interpretación femenina en Cannes) llega a la ciudad santa de Mashhad para investigar una serie de asesinatos. Las víctimas son todas prostitutas de bajos ingresos, por lo que ni la policía ni las autoridades locales parecen muy preocupadas por resolver el caso. Para encarar esta difícil tarea, Rahimi entra en contacto con el periodista de un periódico local (Arash Ashtiani), al que el asesino llama cada vez que comete un crimen. Esto le brinda a la protagonista varias pistas sobre el perfil del asesino, aunque para conseguir atraparlo terminará haciéndose pasar por prostituta.

Desde el envoltorio de un thriller crudo y seco, Holy Spider aborda las dificultades que enfrentan las mujeres profesionales (periodistas, en este caso) en un ambiente machista y patriarcal como el de la sociedad iraní. Los periodistas usan las herramientas del momento (grabadores, videocámaras compactas) para registrar los testimonios tanto de los acusados como de las víctimas, aunque nunca llegamos a ver el producto terminado, es decir, sus artículos en la prensa.

“El de Abassi es un enfoque que combina los códigos del thriller con la denuncia explícita sin alcanzar un resultado del todo convincente”, escribió Alejandro Lingenti en La Nación. “Funciona más o menos bien cuando el hilo conductor es la recreación ficcional de la doble vida de un psicópata que mató dieciséis mujeres en Teherán sin abandonar su rutina como trabajador de la construcción ni su ordenada vida familiar. Pero la película le inventa al villano dos oponentes muy estereotipados que protagonizan las escenas más convencionales y menos verosímiles del film: una periodista tan intrépida como para encerrarse en un cuarto con el asesino sin más protección que un diminuto cuchillo y su solitario aliado, un colega crédulo y atemorizado.”

Manuel Barrientos y Federico Poore