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2014 |
México

La dictadura perfecta

La dictadura perfecta

Director: Luis Estrada
Reparto: Alfonso Herrera, Damián Alcázar, Joaquín Cosio, Osvaldo Benavides, Saúl Lisazo
Periodismo como tema: Central
star
IMDB: 7,2/10 |
Letterdbox: 3,4/5

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TVMX, el conglomerado televisivo más poderoso del país, revela una escandalosa historia de corrupción que involucra al gobernador Carmelo Vargas. Preocupado por su futuro político, Vargas decide limpiar su imagen y negocia un acuerdo secreto con los dueños del canal.
El presidente de México pasa un momento embarazoso frente al embajador de los Estados Unidos. Para desviar la atención de su error, el conglomerado TV MX difunde un video que involucra al gobernador Carmelo Vargas (Damián Alcázar) con el crimen organizado. Preocupado por su imagen, el gobernador acude a la televisora y busca negociar un tratamiento favorable de su gestión.
La película se centra en el grupo de medios TV MX y en la figura del productor Carlos Rojo (Alfonso Herrera), el encargado de llevar adelante las operaciones políticas que ordena la dirección del canal, moldeado a imagen y semejanza del grupo Televisa. A sus estudios de televisión llega un jefe militar que le entrega a las autoridades del canal un video de seguridad en el que se ve al gobernador Vargas recibiendo un soborno. El canal obedece y transmite el video en el noticiero que conduce el veterano conductor Javier Pérez Harris (Saúl Lisazo). Furioso, el gobernador pide una audiencia con los dueños de TV MX y termina negociando con ellos un acuerdo comercial para mejorar su imagen. El canal pone manos a la obra y delega la tarea en Rojo y en el reportero estrella de TV MX, el corresponsal Ricardo Díaz (Osvaldo Benavides), que viajan al Estado gobernado por Vargas. La tarea no es fácil: Vargas no tiene grandes logros para mostrar y gobierna con modos fascinerosos, como el atentado que termina hiriendo al diputado Morales (Joaquín Cosío), líder de la oposición local. Buscando tapar este nuevo escándalo, el productor da con el secuestro de dos pequeñas gemelas y comienza a cubrir el evento como un drama nacional y al gobernador como el valiente dirigente que encabeza el operativo de rescate.
El film de Luis Estrada es una sátira política sobre el poder de los medios de comunicación, en línea con Wag the Dog (1997) pero situado en el México de Enrique Peña Nieto. Le juegan en contra su trazo grueso, algunos diálogos poco pulidos y su excesiva extensíón, ya que se toma casi dos horas y media para contar lo que tiene para decir. Más allá de la realidad estructural de los hechos que denuncia (la indudable colusión entre el poder político y mediático), la película parte de la idea de que los medios pueden simplemente instalar realidades. Una muestra sintómatica de ello es que las escenas que ilustran a las audiencias mirando y escuchando los mensajes de TV MX en sus televisores no incluyen líneas de diálogo, lo que da a entender que el público televisivo es así de pasivo (las únicas escenas que muestran un público activo ocurren en el ámbito de las redes sociales, que parecen ámbitos de burla al poder casi clandestinos).
“Al adecuar su lenguaje a las formas populares que juzga más eficientes, [el film] sacrifica sutileza, rigor y profundidad de análisis”, escribió Carlos Bonfil en La Jornada. “Responde a la farsa cotidiana con estereotipos y caricaturas que por su misma acumulación se vuelven previsibles y extenuantes.”

Manuel Barrientos y Federico Poore