Professione: reporter

David Locke es un famoso periodista televisivo, que prepara un documental sobre la lucha de las guerrillas en el Norte de África. Frustrado y solitario, decide cambiar radicalmente de vida cuando descubre que ha muerto un compañero de hotel. Así, decide sustituir su identidad y darse por fallecido. Cuando empieza a vivir esa vida ajena, descubre que se trata de un hombre que trafica armas para el Frente Unido de Liberación y tiene varias entregas pautadas en distintas ciudades de Europa. Mientras huye, es buscado por agentes de la guerrilla, del gobierno, su mujer y su productor.

En pleno boom del periodismo de investigación tras el caso Watergate, Antonioni dinamita el estatuto mismo de la profesión, con un Jack Nicholson cansado del carácter epidérmico de sus investigaciones, de su imposibilidad de captar las experiencias en su verdadera densidad.

Ante su aparente muerte, la productora decide realizar un informe sobre Locke. Sus colegas lo elogian por su objetividad y su capacidad de observación, pero la esposa dice que “no era tan diferente”, que estaba siempre muy apegado a las reglas. “Te involucras en una situación auténtica, pero no hay ningún diálogo real”, objeta. En una entrevista, un líder de la guerrilla también lo cuestiona: “Podría darle respuestas satisfactorias a cada una de sus preguntas, pero será pobre lo que pueda aprender de ellas. Sus preguntas revelan más sobre usted, que lo que mis respuestas revelarían sobre mí”.

Cineasta que tematizó como pocos las fragilidades de las relaciones humanas en el mundo moderno, atravesado por las dudas acerca de la percepción de lo real, consciente de la soledad absoluta que sufre el hombre moderno, Antonioni construye aquí a un hombre que decide fugarse hasta de sí mismo. “Solía ser otra persona, pero decidí hacer un intercambio”, dice. Locke siente que vivió ciego buena parte de su vida y que, cuando volvió a abrir sus ojos, se encontró con que el mundo era más duro y cruel de lo esperado.

Con un registro casi documental y sonido ambiental que se mantiene durante todo el metraje, la anteúltima escena es un plano secuencia que representa un verdadero prodigio de la historia del cine, a cargo del director de fotografía Luciano Tovoli.