
2004 |
Estados Unidos, Canadá
Scooby-Doo 2: Monsters Unleashed
Scooby-Doo 2: monstruos sueltos / Scooby-Doo 2: desatado
Director: Raja Gosnell
Reparto: Alicia Silverstone, Freddie Prinze Jr., Linda Cardellini, Matthew Lillard, Sarah Michelle Gellar
Periodismo como tema: Intermedio
IMDB: 5,2/10 |
Letterdbox: 3,0/5
Scooby-Doo y su pandilla buscan descifrar un nuevo misterio mientras intentan lidiar con la molesta reportera de televisión Heather Jasper-Howe (Alicia Silverstone), que insiste en que los integrantes de Mystery Inc. son unos bufones.
La crítica a la espectacularización de los canales de noticias fueron un tropo muy repetido en la cultura pop entre la última mitad de la década del noventa y el primer lustro del siglo, y como muestra alcanza a ver la manera en la que se colaron como villanos en franquicias populares como Scream y James Bond (en las figuras de la movilera sensacionalista Gale Weathers y el magnate de los medios Elliot Carver, respectivamente). La segunda entrega de las películas de live action de Scooby-Doo no escapa a la tendencia.
El film arranca de manera muy autorreferencial: Fred (Freddie Prinze Jr.), Daphne (Sarah Michelle Gellar), Shaggy (Matthew Lillard) y Velma (Linda Cardellini) llegan en limusina a la inauguración de un museo de criminología en Coolsville, cuya primera exposición expone ni más ni menos que los casos resueltos por Misterio a la Orden. Allí los espera un grupo de reporteros entre los que se destacan Heather Jasper Howe (Alicia Silverstone) y su camarógrafo Ned (Zahf Paroo). Simulando su simpatía hacia el grupo, Jasper Howe consigue una serie de declaraciones de Fred que luego -tras un ataque al museo- son emitidas fuera de contexto de manera de ridiculizar a la pandilla. "Soy Heather Jasper-Howe, informando desilusionada desde Coolsville", cierra la movilera, para disgusto de Scooby-Doo y sus amigos.
Más adelante en el film, cuando el museo es destruido por segunda vez, Fred cree estar mejor preparado para enfrentar a las cámaras, pero Jasper Howe lo hace de nuevo mientras lo entrevista, micrófono en mano. "Entonces lo que estás diciendo es que de aquí en más todo será cuesta abajo para Misterio a la Orden", dice la periodista. "¡No! Estás haciendo otra vez eso de sacar de contexto todo lo que digo. Estás tratando de hacer que parezca que creo que Coolsville apesta... ¡No! ¡No grabes eso!", responde Fred.
Hasta aquí, otro retrato de cómo los medios de comunicación tergiversan declaraciones para colocar a figuras públicas bajo una luz negativa. Pero de manera interesante, esta nueva entrega de Scooby-Doo plantea que el villano que estuvo atemorizando a la ciudad con sus monstruos era la propia periodista. O, más específicamente, un criminal y científico llamado Jonathan Jacobo que adoptó el personaje de Heather Jasper-Howe para poner a la prensa en contra de la pandilla.
El film tuvo un buen paso por las salas, recaudando 181 millones de dólares a partir de un presupuesto varias veces menor, pero la Warner estimó que no había sido lo suficientemente exitosa como para hacer una tercera parte, que finalmente fue cancelada. En su reseña negativa para el New York Times, Dave Kerr escribió: “En el mundo estrictamente laico y humanista de Scooby-Doo, no hay fantasmas reales, sino humanos desesperados por llamar la atención que se disfrazan de figuras sobrenaturales”.
Manuel Barrientos y Federico Poore