95
2022 |
Estados Unidos
She Said
She Said
Director: Maria Schrader
Reparto: Andre Braugher, Carey Mulligan, Patricia Clarkson, Samantha Morton, Zoe Kazan
Periodismo como tema: Central
IMDB: 7,2/10 |
Letterdbox: 3,6/5
N Golden Globes, N BAFTA
Las reporteras Megan Twohey y Jodi Kantor del New York Times revelan una historia que ayudó a lanzar el movimiento "Me Too".
El año es 2017. El lugar, el edificio del New York Times y sus ventanas vidriadas de piso a techo. La redactora Jodi Kantor (Zoe Kazan) está detrás de una pista que sugiere que la actriz Rose McGowan fue violada por el productor de Hollywood Harvey Weinstein. La periodista y su colega Megan Twohey (Carey Mulligan) le llevan el tema a su editora Rebecca Corbett (Patricia Clarkson), que en una primera reunión de edición sobre el tema se pregunta por qué la violencia sexual es tan difícil de abordar. La película pronto explora los motivos: existe un miedo generalizado entre las posibles denunciantes por temor a represalias.
She Said nos lleva sin apuro a través de la investigación metódica encarada por Kantor y Twohey en lo que tal vez sea la mayor cantidad de metraje alguna vez dedicada al tema de convencer a las fuentes de salir on the record (al menos para una película norteamericana con amplia salida en cines). Ya temprano en el film las redactoras y los editores están convencidos de que Weinstein hizo lo que estas mujeres dicen que hizo, pero durante las siguientes dos horas en pantalla deberán convencer a la mayor cantidad de gente posible (muchas de ellas víctimas de violencia sexual) con que no alcanza con confirmar que esto ocurrió sino que además deben dar el paso extra de animarse a decirlo con nombre y apelllido. Hay, además, una interesante batalla con fuentes y voceros que involucra al departamento de legales del medio, y se muestran todos los recaudos que un diario serio debe tomar antes de darle click al botón “Publicar” (dato interesante: el artículo se trabaja directamente en el content manager del diario; no se observan rotativas ni imágenes de camiones entregando al periódico; el momento más emocionante es aquel donde la nota queda subida a la web). Como en All The President’s Men (1976) y Spotlight (2015), al final triunfa la verdad.
Si bien está sólidamente narrada, uno no puede sino pensar que a la película le falta algo de conflicto. Es cierto: Twohey atraviesa una depresión posparto y Kantor está afectada por el tipo de testimonios que debe escuchar. Pero a diferencia de Boston Strangler (2023), otra película reciente sobre un par de periodistas mujeres que investigan un caso, las parejas de las protagonistas son hombres cariñosos y comprensivos y el editor ejecutivo del Times (Andre Braugher) las apoya en todo momento, manejando con firmeza y profesionalismo las amenazas de Weinstein al diario.
El título del film propone una vuelta de tuerca al viejo tropo del he said, she said (título además de otra película sobre periodistas, una comedia de 1991 con Kevin Bacon y Elizabeth Perkins). Weinstein nunca deja de ser consultado para la nota, pero eso no quiere decir que el rol del periodismo sea el de compartir afirmaciones contradictorias. El peso de los testimonios de las mujeres (apoyados con datos duros, desde ya) valen más que los del delincuente sexual. No hay guerra de interpretaciones ni falta equidistancia. Ella dijo, ellas creen, ellas cubren. En la mirada de Maria Schrader, el futuro del periodismo es femenino.
She Said nos lleva sin apuro a través de la investigación metódica encarada por Kantor y Twohey en lo que tal vez sea la mayor cantidad de metraje alguna vez dedicada al tema de convencer a las fuentes de salir on the record (al menos para una película norteamericana con amplia salida en cines). Ya temprano en el film las redactoras y los editores están convencidos de que Weinstein hizo lo que estas mujeres dicen que hizo, pero durante las siguientes dos horas en pantalla deberán convencer a la mayor cantidad de gente posible (muchas de ellas víctimas de violencia sexual) con que no alcanza con confirmar que esto ocurrió sino que además deben dar el paso extra de animarse a decirlo con nombre y apelllido. Hay, además, una interesante batalla con fuentes y voceros que involucra al departamento de legales del medio, y se muestran todos los recaudos que un diario serio debe tomar antes de darle click al botón “Publicar” (dato interesante: el artículo se trabaja directamente en el content manager del diario; no se observan rotativas ni imágenes de camiones entregando al periódico; el momento más emocionante es aquel donde la nota queda subida a la web). Como en All The President’s Men (1976) y Spotlight (2015), al final triunfa la verdad.
Si bien está sólidamente narrada, uno no puede sino pensar que a la película le falta algo de conflicto. Es cierto: Twohey atraviesa una depresión posparto y Kantor está afectada por el tipo de testimonios que debe escuchar. Pero a diferencia de Boston Strangler (2023), otra película reciente sobre un par de periodistas mujeres que investigan un caso, las parejas de las protagonistas son hombres cariñosos y comprensivos y el editor ejecutivo del Times (Andre Braugher) las apoya en todo momento, manejando con firmeza y profesionalismo las amenazas de Weinstein al diario.
El título del film propone una vuelta de tuerca al viejo tropo del he said, she said (título además de otra película sobre periodistas, una comedia de 1991 con Kevin Bacon y Elizabeth Perkins). Weinstein nunca deja de ser consultado para la nota, pero eso no quiere decir que el rol del periodismo sea el de compartir afirmaciones contradictorias. El peso de los testimonios de las mujeres (apoyados con datos duros, desde ya) valen más que los del delincuente sexual. No hay guerra de interpretaciones ni falta equidistancia. Ella dijo, ellas creen, ellas cubren. En la mirada de Maria Schrader, el futuro del periodismo es femenino.
Manuel Barrientos y Federico Poore