
32
1978 |
España
Solos en la madrugada
Solos en la madrugada
Director: José Luis Garci
Reparto: Emma Cohen, Fiorella Faltoyano, José Sacristán
Periodismo como tema: Intermedio
IMDB: 6,8/10 |
Letterdbox: 3,4/5
José Miguel (José Sacristán) conduce un famoso programa de radio llamado "Solos en la madrugada". Su vida cambia cuando conoce a Maite, una extrovertida joven.
Una de las obras icónicas de la España posfranquista, tiene como personaje central a José Miguel García Carande (José Sacristán), un periodista y locutor que conduce el programa matutino que da título a la película. Reconocido por el público y sus pares, García Carande se destaca por sus monólogos extensos e improvisados que ponen el dedo en la llaga -con cierto tono cínico y desencantado- sobre una sociedad que emerge derrotada al retorno a un sistema “monárquico republicano”.
“Si en Asignatura pendiente aparecía el deseo de recuperar el tiempo perdido durante la dictadura, y la ilusión por la naciente libertad y el pluralismo político, en Solos a la madrugada el director se ocupa de lo que se dio en llamar ‘el desencanto´: la temprana y amarga constatación, al menos para los más situados a la izquierda, de que el cambio de régimen no supondría una transformación radical, y que determinados poderes fácticos seguirían determinando subrepticiamente nuestras vidas”, sostiene Luis Mínguez Santos en su libro Periodistas de cine.
Los guiones de estas dos primeras películas de Garci fueron coescritos por José María González Sinde, activo militante del Partido Comunista Español. El guión acentúa la contradicción entre la vida personal y la vida laboral del personaje, que mientras recibe premios y ofertas para irse a trabajar a Londres para la BBC, atraviesa una dolorosa separación con su ex mujer, con quien tiene dos hijos a los que casi ni ve.
En las madrugadas de una Madrid casi vacía, García Carande habla a los “queridos inútiles”, los marginados, los coleccionistas de pesadillas, la gente desengañada. Dedicada a “los profesionales de la radio, que tanto nos ayudaron a vivir durante los tiempos oscuros”, culmina con un monólogo que aún se repite en las radios de España y Latinoamérica y que representa un llamado a ejercer las nuevas libertades y dejar atrás el pasado franquista.
La película tuvo una gran repercusión en las taquillas de la América del Sur que empezaba a salir de los tiempos dictatoriales. También instaló a Sacristán como uno de los actores más importantes del cine hispanoaméricano de los años 80 y 90.
“Si en Asignatura pendiente aparecía el deseo de recuperar el tiempo perdido durante la dictadura, y la ilusión por la naciente libertad y el pluralismo político, en Solos a la madrugada el director se ocupa de lo que se dio en llamar ‘el desencanto´: la temprana y amarga constatación, al menos para los más situados a la izquierda, de que el cambio de régimen no supondría una transformación radical, y que determinados poderes fácticos seguirían determinando subrepticiamente nuestras vidas”, sostiene Luis Mínguez Santos en su libro Periodistas de cine.
Los guiones de estas dos primeras películas de Garci fueron coescritos por José María González Sinde, activo militante del Partido Comunista Español. El guión acentúa la contradicción entre la vida personal y la vida laboral del personaje, que mientras recibe premios y ofertas para irse a trabajar a Londres para la BBC, atraviesa una dolorosa separación con su ex mujer, con quien tiene dos hijos a los que casi ni ve.
En las madrugadas de una Madrid casi vacía, García Carande habla a los “queridos inútiles”, los marginados, los coleccionistas de pesadillas, la gente desengañada. Dedicada a “los profesionales de la radio, que tanto nos ayudaron a vivir durante los tiempos oscuros”, culmina con un monólogo que aún se repite en las radios de España y Latinoamérica y que representa un llamado a ejercer las nuevas libertades y dejar atrás el pasado franquista.
La película tuvo una gran repercusión en las taquillas de la América del Sur que empezaba a salir de los tiempos dictatoriales. También instaló a Sacristán como uno de los actores más importantes del cine hispanoaméricano de los años 80 y 90.
Manuel Barrientos y Federico Poore