1987 |
Estados Unidos, Canadá
Street Smart
Un periodista astuto / Calle sin salida / El reportero de la calle 42
Director: Jerry Schatzberg
Reparto: Andre Gregory, Christopher Reeve, Kathy Baker, Mimi Rogers, Morgan Freeman
Periodismo como tema: Central
IMDB: 6,4/10 |
Letterdbox: 3,2/5
N Oscar, N Golden Globes
Un periodista neoyorquino (Christopher Reeve) se mete en problemas cuando su historia falsa sobre un proxeneta termina describiendo a un proxeneta real acusado de asesinato.
Los créditos iniciales están intercalados con una suerte de brainstorming entre el periodista Jonathan Fisher (Christopher Reeve) y Ted Avery (Andre Gregory), el refinado editor de New York Magazine. Una tras otra, las propuestas de Fisher caen en saco roto, hasta que el redactor propone escribir el perfil de un excéntrico chulo al que supuestamente conoce. El editor acepta y le recuerda a su cronista que espera el artículo el lunes a primera hora. Pequeño detalle: Fisher no conoce a ningún chulo.
El periodista se pone manos a la obra y, al menos en un primer momento, intenta conseguir la historia. Recorre las calles sucias, graffiteadas y colorinches de Nueva York; intenta hablar con fuentes; le paga a una prostituta de nombre Punchy (Kathy Baker) e intenta dar la persona para la cual trabaja. Cuando su plan fracasa, incluso lleva a su novia Alison (Mimi Rogers) a un bar de mala muerte y la usa como “carnada”. Nada de esto funciona, pero al día siguiente el artículo ya está listo para enviar. ¿De dónde sacó la información? Fisher se señala el cerebro.
En el diario están encantados con “24 horas en la vida de un cafiolo”, el vívido retrato de un tal Tyrone que, por supuesto, no existe. Como estrella en ascenso, su editor lo invita a cenar a un lugar exclusivo y un productor de televisiónse le acerca para ofrecerle un puesto frente a las cámaras. Al otro lado de la ciudad, un chulo real llamado Leo Smalls Jr. (Morgan Freeman) busca salir airoso de un juicio por asesinato, y su abogado le propone aprovechar las coincidencias entre su historia y el artículo de Fisher para librarse de una acusación por asesinato. Lo que al principio parece una feliz coincidencia (el periodista cree que la aparición de Smalls es una salida elegante para el aprieto en el que se metió tras haber inventado el artículo) termina siendo una relación de coerción, donde el violento chulo buscará someter a Fisher atacándolo a él y a las personas que más quiere.
Como periodista, Fisher deja mucho que desear. Inventa su gran artículo, fraterniza y conspira con un cafiolo acusado de asesinato, engaña a su novia con una de sus fuentes (Punchy, la primera prostituta a la que entrevistó) y -tras ser presionado por el asistente del fiscal del distrito- inventa unas supuestas notas que tomó mientras investigaba que ayudan a que Smalls evite ir a la cárcel (de hecho, él mismo es enviado a prisión dos veces mientras su editor se entusiasma con mantenerlo ahí mientras disfruta de un aumento en la circulación). Y para terminar de salir del embrollo chantajea al mano derecha de Smalls, “Reggie” Liggens (Erik King), con una cámara oculta, hasta que todo termina en tragedia. El film cierra con otro segmento del Fisher movilero de Channel 3, reportando para su segmento Street Smart.
“A veces la línea argumental se deshilacha, especialmente con el vertiginoso paso de Fisher de periodista de revistas a presentador de televisión al estilo de Geraldo Rivera. Pero Schatzberg ancla su historia con suficientes detalles punzantes de Nueva York -sus lofts, sus elegantes redacciones, sus restaurantes y sus tristes y chabacanas escenas callejeras- y con suficientes actores maravillosos para darle verdadera potencia a su historia”, escribió Sheila Benson en Los Angeles Times.
El film es más conocido por haberle dado a Morgan Freeman su primera nominación al Oscar, en este caso como actor de reparto, aunque perdió a manos de Sean Connery por su interpretación en The Untouchables. Christopher Reeve, que ya había interpretado a un cronista en Superman (1978), volvería a ponerse en la piel de un periodista en Speechless (1994).
El periodista se pone manos a la obra y, al menos en un primer momento, intenta conseguir la historia. Recorre las calles sucias, graffiteadas y colorinches de Nueva York; intenta hablar con fuentes; le paga a una prostituta de nombre Punchy (Kathy Baker) e intenta dar la persona para la cual trabaja. Cuando su plan fracasa, incluso lleva a su novia Alison (Mimi Rogers) a un bar de mala muerte y la usa como “carnada”. Nada de esto funciona, pero al día siguiente el artículo ya está listo para enviar. ¿De dónde sacó la información? Fisher se señala el cerebro.
En el diario están encantados con “24 horas en la vida de un cafiolo”, el vívido retrato de un tal Tyrone que, por supuesto, no existe. Como estrella en ascenso, su editor lo invita a cenar a un lugar exclusivo y un productor de televisiónse le acerca para ofrecerle un puesto frente a las cámaras. Al otro lado de la ciudad, un chulo real llamado Leo Smalls Jr. (Morgan Freeman) busca salir airoso de un juicio por asesinato, y su abogado le propone aprovechar las coincidencias entre su historia y el artículo de Fisher para librarse de una acusación por asesinato. Lo que al principio parece una feliz coincidencia (el periodista cree que la aparición de Smalls es una salida elegante para el aprieto en el que se metió tras haber inventado el artículo) termina siendo una relación de coerción, donde el violento chulo buscará someter a Fisher atacándolo a él y a las personas que más quiere.
Como periodista, Fisher deja mucho que desear. Inventa su gran artículo, fraterniza y conspira con un cafiolo acusado de asesinato, engaña a su novia con una de sus fuentes (Punchy, la primera prostituta a la que entrevistó) y -tras ser presionado por el asistente del fiscal del distrito- inventa unas supuestas notas que tomó mientras investigaba que ayudan a que Smalls evite ir a la cárcel (de hecho, él mismo es enviado a prisión dos veces mientras su editor se entusiasma con mantenerlo ahí mientras disfruta de un aumento en la circulación). Y para terminar de salir del embrollo chantajea al mano derecha de Smalls, “Reggie” Liggens (Erik King), con una cámara oculta, hasta que todo termina en tragedia. El film cierra con otro segmento del Fisher movilero de Channel 3, reportando para su segmento Street Smart.
“A veces la línea argumental se deshilacha, especialmente con el vertiginoso paso de Fisher de periodista de revistas a presentador de televisión al estilo de Geraldo Rivera. Pero Schatzberg ancla su historia con suficientes detalles punzantes de Nueva York -sus lofts, sus elegantes redacciones, sus restaurantes y sus tristes y chabacanas escenas callejeras- y con suficientes actores maravillosos para darle verdadera potencia a su historia”, escribió Sheila Benson en Los Angeles Times.
El film es más conocido por haberle dado a Morgan Freeman su primera nominación al Oscar, en este caso como actor de reparto, aunque perdió a manos de Sean Connery por su interpretación en The Untouchables. Christopher Reeve, que ya había interpretado a un cronista en Superman (1978), volvería a ponerse en la piel de un periodista en Speechless (1994).
Manuel Barrientos y Federico Poore