18
1974 |
Estados Unidos
The Front Page
Primera plana
Director: Billy Wilder
Reparto: Allen Garfield, Charles Durning, David Wayne, Dick O'Neill, Jack Lemmon, John Furlong, Lou Frizzell, Noam Pitlik, Susan Sarandon, Walter Matthau
Periodismo como tema: Central
IMDB: 7,3/10 |
Letterdbox: 3,5/5
N Golden Globes
Un editor despiadado intenta que su mejor reportero cubra una noticia antes de jubilarse.
Tercer intento por llevar la famosa obra de teatro The Front Page a la pantalla grande tras el film del mismo nombre de Lewis Milestone de 1931 y His Girl Friday (1940), de Howard Hawks. Aquí, Hildy Johnson vuelve a ser un hombre (Jack Lemmon) tras la transformación del personaje en mujer en la adaptación de Hawks, aunque el núcleo del conflicto sigue siendo esencialmente el mismo: la decisión que debe tomar Hildy entre casarse con Peggy (Susan Sarandon) y renunciar al periodismo, o quedarse como periodista en Chicago con su editor Walter Burns (Walter Matthau).
Como observa Simón Peña Fernández, profesor de la Universidad del País Vasco, el cambio de género del protagonista -es decir, que tanto el editor como el redactor estrella sean ambos hombres- convierte a esta versión en una película sobre la amistad. No obstante, no se descuida el énfasis en la pasión por el periodismo y una visión romántica en la que sus reporteros “acumulan deudas, no tienen dónde caerse muertos y son propensos a robar cigarrillos”.
Otro dato a destacar de esta versión es que una adaptación contemporánea de la obra de Ben Hecht y Charles MacArthur hubiera requerido incluir la televisión, uno de los medios de comunicación dominantes de los setenta, pero Wilder tomó la decisión deliberada de mantener la obra en su setting original, acaso un guiño nostálgico a una supuesta edad de oro de la profesión. También resulta de interés el personaje de Rudy Keppler (John Korkes), un periodista con formación universitaria al que Wilder muestra como incompetente y con menos “calle” (experiencia) que muchos de los cronistas curtidos directamente en el oficio. El epílogo del film es igual de duro con la enseñanza formal al mencionar el destino final de su inescrupuloso editor: “Walter Burns se jubiló y ofreció ocasionalmente clases de ética periodística en la Universidad de Chicago”.
Como observa Simón Peña Fernández, profesor de la Universidad del País Vasco, el cambio de género del protagonista -es decir, que tanto el editor como el redactor estrella sean ambos hombres- convierte a esta versión en una película sobre la amistad. No obstante, no se descuida el énfasis en la pasión por el periodismo y una visión romántica en la que sus reporteros “acumulan deudas, no tienen dónde caerse muertos y son propensos a robar cigarrillos”.
Otro dato a destacar de esta versión es que una adaptación contemporánea de la obra de Ben Hecht y Charles MacArthur hubiera requerido incluir la televisión, uno de los medios de comunicación dominantes de los setenta, pero Wilder tomó la decisión deliberada de mantener la obra en su setting original, acaso un guiño nostálgico a una supuesta edad de oro de la profesión. También resulta de interés el personaje de Rudy Keppler (John Korkes), un periodista con formación universitaria al que Wilder muestra como incompetente y con menos “calle” (experiencia) que muchos de los cronistas curtidos directamente en el oficio. El epílogo del film es igual de duro con la enseñanza formal al mencionar el destino final de su inescrupuloso editor: “Walter Burns se jubiló y ofreció ocasionalmente clases de ética periodística en la Universidad de Chicago”.
Manuel Barrientos y Federico Poore