The Odessa File

El periodista Peter Miller (Jon Voight) recibe el diario de un anciano judío que acaba de suicidarse, en el que reconstruye su cautiverio en un campo de concentración y denuncia la crueldad del ex capitán de las SS Eduard Roschmann, conocido como El carnicero de Riga. Según testimonios, el oficial nazi vive bajo una identidad falsa y forma parte de Odessa, una sociedad secreta que reúne a ex integrantes de las SS.

Miller se obsesiona con la historia y quiere ir tras los pasos de Roschmann, pese a las resistencias y obstáculos que encuentra. “Los judíos muertos no venden periódicos -le dice el director de un medio al que le propone la investigación-. No le interesa a la gente, es un tema pasado”. Su novia y su familia se oponen. La fuente que le acercó el diario también lo cuestiona: “Te lo di para que hagas una nota de interés humano, no para que inicies una investigación”. A todos, Miller les responde: “Si la policía no quiere hacer nada, tendré que hacerlo yo”. Y, a medida que profundiza la pesquisa, se va vinculando con los servicios de inteligencia de Israel y se termina infiltrando en la organización Odessa. Así Miller se va alejando de su rol de reportero y se convierte en un detective, en un James Bond de la Mossad contra los nazis, en un justiciero propio de las películas de venganza de los años setenta.

Thriller dirigido con buen pulso por Ronald Neame (que venía de romper las taquillas con The Poseidon Adventure), se trata de la adaptación de uno de los grandes best seller de Frederick Forsyth, quien tiene a cargo un prólogo en el que deja de manifiesto que su novela está basada en hechos reales. También cuenta con el asesoramiento de Simon Wiesenthal, considerado la principal autoridad mundial en la búsqueda de criminales de guerra nazis, y quien es uno de los personajes de la película (encarnado por el actor israelí Shmuel Rodensky).

Es la única película en la que aparecieron juntos los hermanos Maximilian Schell (Eduard Roschmann) y Maria Schell (Frau Miller), aunque no comparten escenas. La música fue compuesta por Andrew Lloyd Webber.