67
1974 |
Estados Unidos
The Parallax View
El último testigo
Director: Alan J. Pakula
Reparto: Hume Cronyn, Paula Prentiss, Warren Beatty, William Daniels
Periodismo como tema: Central
IMDB: 7,1/10 |
Letterdbox: 3,7/5
Un periodista ambicioso se ve envuelto en graves problemas mientras investiga el asesinato de un senador, lo que le lleva a descubrir una conspiración multinacional.
El periodista de pueblo Joseph Frady (Warren Beaty) llega al Seattle Space Needle con la intención de pasar el operativo de seguridad montado alrededor de la visita del senador y candidato presidencial Charles Carroll. Sin invitación ni pase que valga, Frady no logra ingresar al encuentro de recaudación de fondos. La jornada toma un giro inesperado cuando el candidato es asesinado frente a varios testigos, incluyendo la reportera de televisión Lee Carter (Paula Prentiss). El caos se apodera de la escena, y en la búsqueda del culpable un sospechoso armado disfrazado de mozo cae al vacío y muere; mientras tanto, otro mozo armado escapa de la escena sin ser identificado. Varios meses más tarde, una comisión gubernamental emite un comunicado asegurando que no hay evidencias de una conspiración y en el que se concluye que el asesinato fue obra del mozo muerto.
Tres años más tarde, Frady es visitado por Carter (nos enteramos además que fue su amante). Se la oye paranoica y se la pasa afirmando que el asesinato fue obra de una conspiración, que muchos de los testigos murieron en extrañas circunstancias y que ella podría ser la próxima en morir. Frady desestima sus argumentos, pero cuando Carter efectivamente aparece muerta acude a su editor Bill Rintels (Hume Cronyn) con ganas de investigar el asunto.
Al principio la relación entre ambos es muy tirante: Rintels no cree en la existencia de conspiración alguna y le advierte a Frady que puede haber superado su alcoholismo pero no así su tendencia a exagerar o inventar historias. "Nos dedicamos a comunicar las noticias, no a crearlas", le dice.
Más adelante, cuando las cosas se ponen serias, Rintels comienza a creer en las afirmaciones de Frady y ambos “negocian” que publicar o no en las próximas ediciones del diario, incluso acuerdan en no contactar al FBI o a la CIA por el momento. Ambos terminan muertos: Rintels es envenenado y, hacia el final del film, Frady es asesinado por uno de los agentes que trabajan para The Parallax Corporation.
Como en la mayor parte de los thrillers políticos de los setenta, la relación con las fuentes es de completa desconfianza: para poder hacer su trabajo, el periodista se encuentra con policías o empresarios pero sin identificarse como periodista y ofreciendo en su lugar nombres falsos. De manera incluso más interesante, promediando el film Frady ingresa en The Parallax Corporation, una siniestra compañía que emplea psicóticos a los que les encarga asesinatos políticos. Lo logra haciéndose pasar por otra persona.
La subexposición y el formato panorámico anamórfico, dos de los aspectos distintivos de la película, son obra del director de fotografía Gordon Willis, conocido por su trabajo en The Godfather (1972), All the President’s Men (1976) y Annie Hall (1977).
The Parallax View es la segunda película de la llamada "trilogía de la conspiración" de Alan J. Pakula, luego de Klute (1971) y antes de All The President's Men (1976). De hecho podría considerarse la tercera gran película de conspiraciones de 1974, junto a The Conversation de Francis Ford Coppola y Chinatown de Roman Polanski.
Pakula también filmaría The Pelican Brief (1993), otra película protagonizada por un periodista. Warren Beaty, por su parte, volvería a interpretar a un periodista en Reds (1981).
Tres años más tarde, Frady es visitado por Carter (nos enteramos además que fue su amante). Se la oye paranoica y se la pasa afirmando que el asesinato fue obra de una conspiración, que muchos de los testigos murieron en extrañas circunstancias y que ella podría ser la próxima en morir. Frady desestima sus argumentos, pero cuando Carter efectivamente aparece muerta acude a su editor Bill Rintels (Hume Cronyn) con ganas de investigar el asunto.
Al principio la relación entre ambos es muy tirante: Rintels no cree en la existencia de conspiración alguna y le advierte a Frady que puede haber superado su alcoholismo pero no así su tendencia a exagerar o inventar historias. "Nos dedicamos a comunicar las noticias, no a crearlas", le dice.
Más adelante, cuando las cosas se ponen serias, Rintels comienza a creer en las afirmaciones de Frady y ambos “negocian” que publicar o no en las próximas ediciones del diario, incluso acuerdan en no contactar al FBI o a la CIA por el momento. Ambos terminan muertos: Rintels es envenenado y, hacia el final del film, Frady es asesinado por uno de los agentes que trabajan para The Parallax Corporation.
Como en la mayor parte de los thrillers políticos de los setenta, la relación con las fuentes es de completa desconfianza: para poder hacer su trabajo, el periodista se encuentra con policías o empresarios pero sin identificarse como periodista y ofreciendo en su lugar nombres falsos. De manera incluso más interesante, promediando el film Frady ingresa en The Parallax Corporation, una siniestra compañía que emplea psicóticos a los que les encarga asesinatos políticos. Lo logra haciéndose pasar por otra persona.
La subexposición y el formato panorámico anamórfico, dos de los aspectos distintivos de la película, son obra del director de fotografía Gordon Willis, conocido por su trabajo en The Godfather (1972), All the President’s Men (1976) y Annie Hall (1977).
The Parallax View es la segunda película de la llamada "trilogía de la conspiración" de Alan J. Pakula, luego de Klute (1971) y antes de All The President's Men (1976). De hecho podría considerarse la tercera gran película de conspiraciones de 1974, junto a The Conversation de Francis Ford Coppola y Chinatown de Roman Polanski.
Pakula también filmaría The Pelican Brief (1993), otra película protagonizada por un periodista. Warren Beaty, por su parte, volvería a interpretar a un periodista en Reds (1981).
Manuel Barrientos y Federico Poore