The Year of Living Dangerously

El periodista Guy Hamilton (Mel Gibson) aterriza en Yakarta como nuevo corresponsal de un canal de televisión australiano, donde conoce a los integrantes bien conectados del grupo de corresponsales extranjeros en la capital. Sus primeros encargos se le hacen cuesta arriba ya que su predecesor, cansado de la vida en Indonesia, lo abandonó sin presentarle a sus fuentes... pero cuenta con la ayuda de Billy Kwan (Linda Hunt), un inteligente hombre de ascendencia chino-australiana que sufre de enanismo y que además de hacerle de camarógrafo le consigue entrevistas con las autoridades locales.

Es de hecho Billy quien le presenta a Jill Bryant (Sigourney Weaver), una joven asistente en la embajada británica que está por regresar al Reino Unido. Pronto Guy y Jill se enamoran, y el gran dilema moral del protagonista se presenta cuando ella, temiendo por su seguridad, le pasa información confidencial sobre un golpe de estado próximo a ocurrir. Incluso a sabiendas de que podría comprometerla, Guy usa esa información y publica la primicia, para decepción tanto de Jill como de Billy (“Habría renunciado al mundo por ella. Tú ni siquiera renunciaste a una nota”). La situación política se complica pero el periodista continúa arriesgando su integridad, buscando alcanzar el palacio presidencial hasta que es golpeado por un guardia. Convaleciente, medita sobre su situación y le pide al chofer que lo lleve al aeropuerto, donde aborda junto con Jill el último avión fuera de Yakarta. Las fuerzas de seguridad se quedan con su equipo de prensa, pero a él ya no le importa.

Un aspecto de interés del film es la imagen poco halagadora que pinta de los corresponsales. Los periodistas en el extranjero viven en el único hotel con aire acondicionado de la ciudad, hacen dinero en el mercado negro de divisas y se acuestan con prostitutas desesperadas. Cuando Billy le indica a Guy que la verdadera Yakarta está en las miles de personas que mendigan un puñado de arroz que los mantenga vivos un día más, el protagonista le responde que “nadie quiere escuchar” esas historias. Al igual que en The Killing Fields (1984), la diferencia en la calidad de vida y en la libertad de movimientos del periodista y de sus fuentes es notable. “Piense en mí, Guy, cuando esté sentado en algún lindo café en Europa”, le dice el desesperanzado chofer tras dejarlo en el aeropuerto.

Por su papel, Linda Hunt ganó un Oscar a la Mejor Actriz de Reparto y recibió una nominación a los Globos de Oro. La película, también nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes, fue el clímax de la carrera de Peter Weir, que a fines de la década siguiente dirigiría The Truman Show (1998), también vinculada al mundo de los medios de comunicación.