69
1997 |
Estados Unidos, Reino Unido
Welcome to Sarajevo
Bienvenidos a Sarajevo
Director: Michael Winterbottom
Reparto: Emira Nusevic, Marisa Tomei, Stephen Dillane, Woody Harrelson
Periodismo como tema: Central
IMDB: 6,7/10 |
Letterdbox: 3,2/5
N Cannes
Un grupo de periodistas británicos y norteamericanos cubre desde Sarajevo la guerra de Bosnia. Uno de ellos encuentra un orfanato sometido a implacables bombardeos y conoce a Emira, una niña a la que promete ayudar.
Tercer largometraje del prolífico Michael Winterbottom, retrata el trabajo de los corresponsales de guerra en Sarajevo. La construcción de los personajes centrales se basa en claros estereotipos antagónicos. Michael Henderson (Stephen Dillane) es británico, parco, profesional, “objetivo”. Jordan Flynn (Woody Harrelson), en cambio, es norteamericano y cínico, parece ser un paladín de las “noticias como entretenimiento”: sólo está interesado en mostrar las imágenes más “fuertes” y conmovedoras de la guerra. En la primera escena, el resguardo de un niño monaguillo de la balacera de un francotirador es una calculada acción de Flynn para buscar el favor del público. Henderson se opone a las arriesgadas aventuras de su colega norteamericano. “Somos periodistas, no socorristas”, señala.
Pese a estas supuestas diferencias, el periodismo de guerra es, para esta película, una manada homogénea. Así como todos conviven en el hotel “Holiday Inn” (como en Territorio Comanche), también salen juntos, en autos y camionetas, a “cazar” las mismas imágenes. “Somos como buitres”, indica Henderson.
Winterbottom elige una marcada estetización para retratar la dureza del conflicto bélico. Una decisión que concuerda con las imágenes exhibidas por la televisión. Así, el montaje abunda en ralentis y la exaltación de los tonos rojos para exacerbar la sangre derramada, bajo una música que representa un compilado de rock de los noventa, e incluye a grupos como Blur, Massive Attack y los Stone Roses.
La transformación de la guerra en un entretenimiento parece ser la única opción, para Winterbottom y los periodistas de su filme, de que Sarajevo ingrese en la agenda de los medios. Precisamente, Henderson se queja porque la separación del duque de York ha reemplazado a la guerra como la noticia central en su cadena. Así, los corresponsales están más preocupados por la nota de color que por las explicaciones sociales, políticas e históricas de esa guerra que les resulta absurda.
Henderson llega al orfanato de Ljubica Ivezic -que está situado en la línea de batalla- y comienza una campaña a favor de una asistente social de una ONG internacional (Marisa Tomei), que intenta llevar a los niños a Italia, lejos de la guerra. El personaje de Michael adquiere dimensiones épicas cuando arriesga su propia vida para sacar de Sarajevo ilegalmente a una niña de diez años. Y finalmente la adopta para que viva con su familia en Inglaterra. Así, la niña bosnia disfruta de los “placeres” de la civilización occidental.
Está basada en el libro Natasha's Story, de Michael Nicholson, presentador de la cadena de noticias británica ITN.
Pese a estas supuestas diferencias, el periodismo de guerra es, para esta película, una manada homogénea. Así como todos conviven en el hotel “Holiday Inn” (como en Territorio Comanche), también salen juntos, en autos y camionetas, a “cazar” las mismas imágenes. “Somos como buitres”, indica Henderson.
Winterbottom elige una marcada estetización para retratar la dureza del conflicto bélico. Una decisión que concuerda con las imágenes exhibidas por la televisión. Así, el montaje abunda en ralentis y la exaltación de los tonos rojos para exacerbar la sangre derramada, bajo una música que representa un compilado de rock de los noventa, e incluye a grupos como Blur, Massive Attack y los Stone Roses.
La transformación de la guerra en un entretenimiento parece ser la única opción, para Winterbottom y los periodistas de su filme, de que Sarajevo ingrese en la agenda de los medios. Precisamente, Henderson se queja porque la separación del duque de York ha reemplazado a la guerra como la noticia central en su cadena. Así, los corresponsales están más preocupados por la nota de color que por las explicaciones sociales, políticas e históricas de esa guerra que les resulta absurda.
Henderson llega al orfanato de Ljubica Ivezic -que está situado en la línea de batalla- y comienza una campaña a favor de una asistente social de una ONG internacional (Marisa Tomei), que intenta llevar a los niños a Italia, lejos de la guerra. El personaje de Michael adquiere dimensiones épicas cuando arriesga su propia vida para sacar de Sarajevo ilegalmente a una niña de diez años. Y finalmente la adopta para que viva con su familia en Inglaterra. Así, la niña bosnia disfruta de los “placeres” de la civilización occidental.
Está basada en el libro Natasha's Story, de Michael Nicholson, presentador de la cadena de noticias británica ITN.
Manuel Barrientos y Federico Poore