1930 |
Estados Unidos
Young Man of Manhattan
Young Man of Manhattan
Director: Monta Bell
Reparto: Charles Ruggles, Claudette Colbert, Ginger Rogers, Norman Foster
Periodismo como tema: Central
IMDB: 6,1/10 |
Letterdbox: 2,9/5
Un periodista deportivo se casa con una colega pero le preocupa el hecho de que ella gana más dinero que él.
El periodista deportivo Toby McLean (Norman Foster) conoce a su colega Ann Vaughn (Claudette Colbert) cubriendo una pelea de boxeo en Nueva York. Pronto se casan y no pasan días hasta que un importante publisher llama a Ann para encargarle seis artículos mensuales de Sociedad a 200 dólares cada uno. A Toby le molesta que su mujer cobre tanto como él (“You make as much as I do, did you know that?”) y que se la pase trabajando (“The only thing you care about is your job. You're letting everything else go”, se queja; algo parecido, pero con roles sexuales invertidos, le pasaba a Gladys Benton, la prometida del periodista protagonista de Libeled Lady).
Frustrado con su trabajo y con el éxito de su mujer, Toby empieza a tomar cada vez más intensamente, lo que lo lleva a fallar en deadlines y a forzar a sus colegas a que lo cubran escribiendo sus notas. Como si fuera poco, empieza a involucrarse con una joven irreverente (Ginger Rogers), algo que su mujer sabe en el marco de un acuerdo muy pre-Code de tener un “matrimonio moderno”. Por suerte para él, acude a su rescate su buen amigo Shorty (Charles Ruggles), quien junto a otros periodistas junta dinero para que nuestro protagonista pueda viajar de vuelta a Nueva York y se reencuentre felizmente con su mujer, además de cobrar un cheque por 1.000 dólares en adelanto por el libro que, ya sobrio, se puso escribir.
Interesante la variedad de tecnologías: telegramas, teléfonos y máquinas de escribir que se llevan a la casa o al hotel para escribir remotamente. Cinematográficamente la película es bastante pobre, la edición es algo rudimentaria y la historia tampoco es algo que amerite una hora veinte de metraje.
Frustrado con su trabajo y con el éxito de su mujer, Toby empieza a tomar cada vez más intensamente, lo que lo lleva a fallar en deadlines y a forzar a sus colegas a que lo cubran escribiendo sus notas. Como si fuera poco, empieza a involucrarse con una joven irreverente (Ginger Rogers), algo que su mujer sabe en el marco de un acuerdo muy pre-Code de tener un “matrimonio moderno”. Por suerte para él, acude a su rescate su buen amigo Shorty (Charles Ruggles), quien junto a otros periodistas junta dinero para que nuestro protagonista pueda viajar de vuelta a Nueva York y se reencuentre felizmente con su mujer, además de cobrar un cheque por 1.000 dólares en adelanto por el libro que, ya sobrio, se puso escribir.
Interesante la variedad de tecnologías: telegramas, teléfonos y máquinas de escribir que se llevan a la casa o al hotel para escribir remotamente. Cinematográficamente la película es bastante pobre, la edición es algo rudimentaria y la historia tampoco es algo que amerite una hora veinte de metraje.
Manuel Barrientos y Federico Poore